En la década de los 70 era común construir nuevos vehículos con piezas sobrantes de Volkswagen. En uno de esos intentos nació la Brubaker Box, considerada por muchos la primera minivan en la historia.
El ambicioso proyecto de Curtis Brubaker no tuvo el éxito que él esperaba. La Brubaker Box planeaba convertirse en el vehículo preferido de familias y surfistas, gracias a su amplio espacio, pero eso no sucedió, la producción se limitó a tan solo 50 unidades.
Después de casi cinco décadas, el diseñador Samir Sadikhov decidió revivir a la Brubaker Box con una propuesta perfectamente adaptada a las necesidades modernas.
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“Mi propósito era modernizarlo actualizando la superficie y los detalles. Traté de mantenerlo muy limpio y purista. El objetivo del interior era hacerlo lo más amplio posible con un lenguaje fresco en diseño, utilizando materiales sostenibles como madera reciclada, tejido con diferentes colores y adornos”, comenta Samir. Y vaya que lo logró.
Exterior
El acabado del exterior es de metal cepillado, una tendencia para vehículos con esta anatomía. Por otra parte, el techo panorámico permite increíbles vistas a los tripulantes. El toque de refinamiento se encuentra tanto en la parte delantera como trasera, en el área de parachoques, se aprecian detalles en madera.
Con estos elementos, el interior se asemeja a la sala de estar de un departamento.
Interior
El habitáculo es de ensueño. No importa si eres conductor o copiloto, gracias a la tecnología integrada, la experiencia de confort está garantizada. Pero es, sin duda, la parte trasera la más divertida.
Debido al chasis Volkswagen Tipo I sobre el que está montado, entre las amenidades que podrás disfrutar, se encuentra un asiento que parece sofá, una pantalla para ver series, películas o documentales mientras llegas a tu destino, así como amenidades de sensores con carga inalámbrica y una barra para colocar una lámpara, bocina o cualquier otro dispositivo.
El resultado de este concepto ha dejado a los entusiastas con ganas de que se convierta en realidad, ya que las salidas a la playa podrían convertirse en experiencias aún más memorables.