Michael Jordan, el legendario ícono de los Chicago Bulls y considerado el mejor basquetbolista de todos los tiempos, ha cerrado un capítulo en su vida al vender su lujosa mansión en Highland Park, un exclusivo vecindario en las afueras de Chicago.
Esta mansión, contruida en 1995, es considerada un símbolo del éxito de Jordan tanto dentro como fuera de la cancha. Tras 15 años en el mercado y varios intentos fallidos de venta, el exjugador finalmente encontró un comprador, aunque a un precio considerablemente inferior al original de 29 millones de dólares.
Cómo es el interior de la mansión de Michael Jordan
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La mansión es una obra arquitectónica impresionante que abarca más de 5.200 metros cuadrados en una parcela de casi tres hectáreas. Distribuida en dos niveles, cuenta con 9 habitaciones y 15 baños completos, ofreciendo un espacio más que suficiente para una familia. Entre sus características destacadas se encuentra un gimnasio de amplias dimensiones, un salón para fumar y un garaje capaz de albergar hasta 14 vehículos.
Sin duda, uno de los atractivos principales es la cancha de básquetbol, un elemento que no podía faltar en el hogar de “Su Majestad”. En el exterior, los residentes pueden disfrutar de una cancha de tenis y una piscina, ideales para el entretenimiento y la relajación. Además, la casa está equipada con tecnología y electrodomésticos de alta gama, y cuenta con una bodega diseñada para conservar hasta 1.000 botellas de vino en condiciones óptimas.
La mansión refleja el estilo de vida de Jordan, con un diseño minimalista y una arquitectura que favorece la entrada de luz natural a través de grandes ventanales de suelo a techo. Su cubierta alta y la iluminación inteligente hacen que cada espacio sea acogedor y atractivo.