Lenny Kravitz pasa de rockero a granjero con una majestuosa mansión que se encuentra rodeada de naturaleza abundante y por supuesto, muchos animales.
Después de un concierto en Brasil y una llamada de su mejor amigo, llevaron a Kravitz a conocer un paraíso que se convertiría en su lugar favorito.
El valle era una plantación de café del siglo XVIII cerca de Río de Janeiro. Se encuentra rodeado de montañas, cascadas, vacas, caballos, monos, frutales y campos de hortalizas para vivir toda una experiencia con la naturaleza o en todo caso, para un retiro espiritual.
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El paradisíaco lugar enamoró a Lenny Kravitz y lo llevó a renovar la propiedad, convirtiendo una de las casas más clásicas del siglo XIX totalmente equipado con un gimnasio, piscina y un estudio de grabación.
Kravitz es amante del arte por lo que invitó a sus amigos artistas a ser parte de la decoración, pintando murales al interior de la impresionante mansión.
Cada rincón demuestra un concepto de total tranquilidad con candelabros de peltre antiguos, murales del artista Chris Wyrick, sillas giratorias clásicas de los años 60 y madera de cedro.
La renovación comenzó con reemplazar el empapelado de
paredes, tapicería y quitar muchos muebles de madera pesados, sin perder su
esencia, pues aún funciona como una granja rodeada por animales.
Kravitz podrá disfrutar de su retiro en esta maravillosa casa, pues pagó $2.5 millones de euros por ella.