Es normal que al imaginar una vacaciones de invierno en Estados Unidos lo único que venga a la mente sean pistas interminables de esquí y resorts con el máximo espíritu navideño al puro estilo de las películas, pero si este año te atreves a ir más allá de lo obvio Yellowstone puede sorprenderte con increíbles actividades y lujos.
Creado en 1872 este es el Parque Nacional más antiguo y famoso de los Estados Unidos, ubicado en el extremo noroeste de Wyoming alrededor de 90 kilómetros al norte de Jackson Hole se extiende más allá de las fronteras de Idaho y Montana.
Sin embargo no muchos lo consideran un destino para sus vacaciones invernales, lo cual es un error pero al mismo tiempo una bendición que lo ayuda a mantenerse un tanto exclusivo y muy sorprendente.
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El invierno te espera en Yellowstone
Observar el cielo nocturno y relajarte: Con una extensión de 19 400 kilómetros cuadrados en seis condados orientales de Idaho, Jackson Hole es el lugar perfecto para aquellos que quieren conocer la belleza natural de Yellowstone sin sacrificar la comodidad y la relajación. Un resort de nieve ubicado en un paisaje montañoso con pistas de esquí, pero que a la vez se equilibra con la belleza citadina.
Recorre las cuatro entradas a Town Square o las galerías de arte de indígenas estadounidenses y las tiendas de ropa del oeste que rodean el lugar. Y por la noche pasa de observar el cielo nocturno a The Million Dollar Cowboy Bar donde podrás vivir el espíritu country tomando un buen whisky en sus taburetes en forma de monturas.
Visita fuentes termales, géisers y aprecia la vida silvestre en Montana: Aunque Yeloowstone posee casi 9 mil kilómetros cuadrados de lagos cristalinos, impresionantes cañones, enormes pastizales y cataratas, es más famoso por sus géisers y vida silvestre. El Géiser Old Faithful es la principal atracción geotérmica, pero otras 10.000 fuentes termales, crisoles y otras maravillas geotérmicas adornan este espléndido terreno.
En invierno cuando las multitudes se han ido la entrada norte es el camino perfecto para visitar sus fuentes termales y géisers, mientras avistas bisontes, alces, borregos cimarrones, coyotes y más.
Adrenalina en la nieve: Hacia el sudoeste de West Yellowstone, se encuentra Island Park, Idaho, conocida como la capital de las motos de nieve del oeste de las Montañas Rocosas. En otras palabras el spot perfecto para los amantes de la emoción y deportes invernales. Sus visitantes tienen acceso a miles de kilómetros de senderos cuidados que se pueden recorrer a toda velocidad en motos de nieve.
Mientras a unos 27 minutos al sur encontramos Ashton, también en Idaho y donde cada mes de febrero se organiza un Derby de trineos que no tiene nada que envidiar a los de Alaska. Y para los aficionados al esquí y snowboard Grand Targhee Resort y Kelly Canyon cuentan con buenas pistas y medios de elevación.
Road trip al corazón del oeste: Si tienes tiempo, vale la pena manejar unas ocho horas de Yellowstone hacia el noroeste y llegar a Spokane, Washington. Considerada el centro de una región que incluye a tres estados (Washington, Idaho y Oregon) y dos provincias canadienses (Alberta y Columbia Británica).
Su amplia variedad de tiendas, restaurantes y oportunidades de entretenimiento, además de un ritmo más relajado son parte de su encanto. Pero su joya es el el Riverfront Park de 40 hectáreas, donde puedes al SkyRide para disfrutar de un recorrido de 15 minutos por las dos Spokane Falls y las atracciones que quedaron de la Exposición Universal de 1974.