Desde que George Jetson, personaje protagónico de la caricatura titulada en español como “Los Supersónicos”, subió a su auto volador portátil hace 60 años, el mundo ha soñado con hacer lo mismo. Y según Peter Ternström, cofundador de Jetson, con sede en Estocolmo, pilotar uno de sus vehículos aéreos eléctricos personales será tan fácil como parecía en los dibujos animados.
Para familiarizarse con el nuevo Jetson One de la marca, con entregas a partir de fines de 2023, se requieren cinco minutos. “Es súper intuitivo”, dice. “Desarrollamos un sistema fly-by-wire que ayuda al piloto con funciones como vuelo estacionario automático, vuelo estable y aterrizaje”.
Ternström, un veterano de la industria de los automóviles de lujo, se asoció con el ingeniero aeroespacial Tomasz Patan para lanzar este vehículo colador en 2017.
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En lugar de desarrollar un taxi aéreo eléctrico más complicado como el S4 de Joby Aviation, optaron por “hacer que el vuelo esté disponible para todos”.
Se trata de una nave abierta de un solo asiento que encajaría en la categoría ultraligera de la FAA. Las regulaciones para esa clase de aeronave exigen que no se realicen vuelos cerca de aeropuertos o áreas concurridas, pero tampoco se necesita una licencia de piloto, lo que Patan y sus ingenieros entienden que es un pensamiento aterrador para algunos. Es por eso que el equipo se ha esforzado por hacer que el transporte aéreo sea lo más seguro e infalible posible, al mismo tiempo que incluye un curso de instrucción obligatorio en el precio de 92,000 dólares del Jetson One.
El avión de 190 libras tiene un marco de aluminio con ocho motores eléctricos, lo que le permite permanecer en el aire durante unos 20 minutos con una velocidad máxima limitada por software de 63 mph.
Los pilotos, que pueden pesar un máximo de 210 libras, controlan la nave a través del joystick y el acelerador. La computadora de vuelo está equipada con Lidar para el seguimiento del terreno. Mientras tanto, el sistema de aterrizaje automático se encarga de la parte más complicada.
Ternström afirma que el Jetson One volará y aterrizará de manera segura incluso si un motor muere o se corta el acelerador. Y aunque el modelo estaba destinado a pasar la mayor parte de su tiempo flotando entre 5 y 20 pies del suelo, tiene un techo de 1,500 pies: un paracaídas balístico viene de serie.
Aunque se espera que se use principalmente con fines recreativos, Patan afirma que el avión personal ha reducido su tiempo de viaje habitual (rural) en un 90 por ciento.
La demanda inicial ha sido fuerte, con casi 500 unidades ya vendidas. Por ahora, la única decepción puede ser que no se pliega en un maletín como el auto con techo de burbujas de Los Supersónicos. Al menos no todavía.
Nota publicada previamente por MICHAEL VERDÓN en Robb Report US