Hace 1700 años, los polinesios decidieron establecerse en nuevas tierras, lo cual implicó un viaje inimaginable que hoy tomaría no más de 5 horas en avión. Desde las islas marquesas hasta las hawaianas, esta cultura se transportó en una canoa, una muy diferente a la que Oceanco presentó.
En aquel entonces las canoas no rebasaban los 18 metros de largo y apenas llegaban a los 5 de ancho, tenían capacidad para unas 20 personas y sus posesiones, incluyendo algunos animales.
Oceanco tomó la forma, pero en lo que respecta al tamaño y capacidad le dio una mayor escala para hacer de una canoa común un superyate de 115 metros. Mientras que el nombre Tuhura refleja esta inspiración, ya que se deriva de la palabra maorí para ‘descubrir’.
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Oceanco lleva una simple canoa al siguiente nivel
El diseño salió del lápiz de Lobanov Design, el estudio detrás del yate insignia de Oceanco, Jubilee, mientras que el interior es cortesía de Achille Salvagni y el sistema de propulsión híbrido se desarrolló en colaboración con BMT Nigel Gee Naval Architects.
Sobre la forma no hay mucho más que agregar, solo que Tuhura podría adaptarse a cualquier longitud, de 80 metros a 120.
“Tuhura es una idea simple”, explicó Igor Lobanov. “La idea era tomar una forma natural similar a las que se vieron en las primeras embarcaciones tipo canoa y aumentarla a mayor escala”.
Lo cierto es que, a pesar de su forma antigua, la embarcación se adapta bastante bien a los tiempos con una enorme cantidad de tecnología, por ejemplo, ventanas horizontales formadas por una serie de puntos que evitan que se pueda ver al interior sin perjudicar la vista de quienes están adentro.
El interior está decorado bajo la influencia de las islas del Pacífico y el este de Asia. Achille Salvagni llama al interior ‘un hábitat de teca cepillada influenciada por elementos del este de Asia’ de forma que se pueden apreciar pisos, paredes y techos con una delgada fachada en bronce natural con pisos de tatami.
BMT Nigel Gee, los encargados de diseñar el sistema de propulsión, eligieron un sistema Azipod híbrido contrarrotante de ABB que promete alcanzar una velocidad máxima de 18 nudos.
Mientras tanto, la infraestructura técnica de Tuhura fue desarrollada por la división personalizada LuxLab, quienes integraron un sistema que puede monitorear el comportamiento a bordo y ajustar de forma automática la música y temperatura.
Otros aspectos destacados son una sala de cine de 360 grados, hamacas en la cubierta de proa y una piscina de hidromasaje en la terraza.