Hace más de una década que estuvieron juntos, sin embargo, hoy nuevamente esta dupla ha reavivado una historia de amor entre el arte y los automóviles de lujo, el reconocido fotógrafo David LaChapelle y Mercedes-Maybach renovaron su relación en Milán.
Te acabo de pintar esta unión como si se tratase de una relación amorosa y aunque no lo es en el estricto sentido de la frase, sí son dos creativos que nuevamente unen lazos en pro de desdibujar las líneas que hay entre arte y autos.
Al final ambos se tratan de creatividad, de ideas hechas realidad y en un nuevo capítulo de influencia cultural juntos produjeron un trío de obras de arte que corren entre corrientes artísticas.
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Para ello tomaron como musa la legendaria artesanía de Maybach y cruzaron entre en futurismo, el cubismo y el surrealismo, transformando vehículos en obras maestras en movimiento.
Auténticos como solo ellos podrían ser, esta colaboración creó diferentes escenarios que se realzan aún más gracias a la contribución de un elenco extraordinario repleto de acróbatas y bailarines que le dieron vida y movimiento a las piezas.
En una muestra más de perfección y subrayando la dedicación a la artesanía trajeron a sus filas a Colleen Atwood, encargada del diseño de vestuario y cuatro veces ganadora del Premio de la Academia.
La primera obra toma como corriente el cubismo, de hecho, su nombre es ‘Cubist Scape’ y combina la esencia de este tipo de arte con la elegancia del Clase S Mercedes-Maybach. Se aprecian formas yuxtapuestas, colores brillantes y acrobacias medidas casi con regla.
Pasamos a ‘Future Scape’ que llevándonos más allá del presente nos sumerge en una civilización avanzada de los antiguos egipcios. Dos piezas que encarnan la innovación e ingeniería acaparan la atención, el SUV Mercedes-Maybach EQS y las pirámides.
La escena se completa con acróbatas aquí y allá y máquinas voladoras que le dan ese toque futurista.
La serie concluye con ‘Surreal Scape’ que se inspira en el surrealismo de 1930. El protagonista es el Mercedes-Maybach GLS elegantemente presentado en una escena de contrastes y ricas expresiones, que encarna la esencia lujosa de Maybach. El cuadro resuena con una fusión de teatro y danza, que cobra vida a través del ojo visionario de LaChapelle.
LaChapelle es un perfeccionista, como lo demuestran sus meticulosos decorados y su atención al detalle, que se unieron de manera bastante armoniosa a través de su última asociación con el equipo Mercedes-Maybach.