En los años 60, Federico Fellini nos regaló una de sus películas más emblemáticas: La Dolce Vita. Las escenas en la Via Veneto fueron el referente visual de la hermosa Roma. Este filme representa la vibra italiana de su época y, en esa línea, llega un deportivo que celebra a la ciudad: el Ferrari Roma.
El nuevo coupé del Cavallino Rampante combina proporciones y performance de manera armoniosa e introduce características que lo colocan en la cima de su categoría: un nuevo tren de potencia, motor V8 de 620 caballos de fuerza —elegido como Motor Internacional del Año por cuarta vez consecutiva—, caja de transmisión de ocho velocidades más compacta y 6 kg más ligera, manettino de cinco posiciones —por primera vez en un Ferrari Gran Turismo—, filtro de partículas de gasolina que reducen el consumo de combustible y emisiones contaminantes, y una respuesta de aceleración casi instantánea, que lo hacen el más poderoso del momento.
El exterior se inspira en el concepto de elegancia deportiva de los Ferrari de los 60, con líneas puras, refinadas y excelentes proporciones, sin decoraciones superfluas. El diseño coupé, con motor al frente y punta achatada hacen al copiloto coprotagonista de la experiencia, mientras que el interior incluye piel Frau y Alcantara, aluminio cromado y fibra de carbono.
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Como en las películas, el diseño sonoro de su motor también es único: el escape fue rediseñado para mejorar la calidad del sonido, ese que al escucharlo nos eleva la adrenalina y nos hace gozar de la dolce vita.
