Justo a la entrada del Petersen Automotive Museum en Los Ángeles se encuentra el Czinger 21C , un hiperauto híbrido de 2 millones de dólares que cuenta con tecnología de Fórmula 1 y una larga lista de especificaciones impresionantes.
Con sus dramáticas curvas en picada, su divisor frontal agresivo y su imponente alerón trasero, el 21C podría, a primera vista, ser descartado como otra pieza de vaporware de un fabricante de automóviles boutique que vende una quimera a coleccionistas entusiastas.
“La idea de esto era realmente una nueva marca, 100 por ciento estadounidense, inventada, diseñada y fabricada en base al primer sistema de producción completamente digital del mundo y con la intención de representar el vértice de esa tecnología”, le dijo el fundador de Czinger Vehicles, Kevin Czinger, a Robb Report en una pequeña sesión informativa en torno a la carro.
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El Czinger 21C
El 21C es el halo sobre la visión de Czinger. Genera 1,250 hp y puede pasar de cero a 62 mph en solo 1.9 segundos, gracias a un motor V-8 de casi 2.9 litros con doble turbocompresor combinado con un motor eléctrico en cada rueda delantera y dos pequeños paquetes de baterías derivados de la Fórmula 1.
Los cambios provienen de una transmisión manual automatizada de siete velocidades. Hay dos variantes del modelo disponibles: una iteración de baja resistencia y una versión liviana de alta carga aerodinámica.
Czinger afirma que su 21C, que tiene un peso en seco de alrededor de 2,734 libras (y alrededor de 2,910 libras con líquidos), tiene la mejor relación potencia-peso de cualquier automóvil de producción. Será homologado en América del Norte y Europa, así como en otros mercados especializados, y estará limitado a 80 ejemplares.
Gran parte del 21C, incluido el motor, se desarrolló internamente, hasta la pila de hardware y software. Czinger dice que el vehículo contiene partes o sistemas de alrededor de 500 solicitudes de patentes, con alrededor de 130 de esas patentes otorgadas oficialmente. Y se contrató a Dave O’Connell, un veterano de 25 años en Mitsubishi, para liderar los esfuerzos de diseño con un equipo de solo 6 personas. (El estudio de diseño automotriz promedio, generalmente emplea a docenas o incluso cientos de personas).
Cuando se le preguntó por qué eligió equipar el 21C con un motor de combustión en lugar de hacerlo completamente eléctrico, Czinger señala: “Somos agnósticos del tren de potencia y decimos que siempre debe haber una diversidad de enfoques. Necesitamos pensar más en todo el proceso de fabricación y no solo en las emisiones del tubo de escape”.
Pero lo que realmente distingue al 21C es cómo está construido. Compuesto por múltiples materiales, el automóvil está impreso en 3D con el uso de software automatizado basado en inteligencia artificial. Esto se logra a través del propietario mayoritario Divergent, la empresa de tecnología de Czinger centrada en la fabricación digital.
Czinger confirma que su compañía está trabajando para asegurar una red de distribuidores y que las entregas del 21C están programadas para comenzar en 2023. Y hay más modelos en camino. “Vamos a mostrar a continuación un vehículo GT de cuatro asientos en Pebble Beach y luego una serie completa de vehículos de alto rendimiento en diferentes segmentos. La revolución digital que la industria pensó que ocurriría en 15 o 20 años ocurrirá solo en unos pocos años, comenzando ahora mismo”.
Con información de Robb Report EE.UU.