Un día entras a tu garaje y notas que tienes un Ferrari estacionado y lleno de polvo, pero no es cualquier modelo, sino un 246 Dino GTS de 1973 que podría considerarse como uno de los mejores Cavallinos Rampantes jamás creados.
El Ferrari 246 Dino GTS, nombrado así por el hijo de Enzo Ferrari, es uno de los autos que grita ‘sex-appeal’ a su paso. Se trata de una obra de Pininfarina, que, frente a las tendencias geométricas y angulosas de la época, diseñó un auto que es tan bueno de conducir como de mirar.
La extensa investigación de Girard & Co, empresa que lo está poniendo a la venta, reveló que el auto solo ha tenido dos propietarios privados, el último de los cuales lo mantuvo durante más de cuatro décadas en Italia.
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Utilizado con moderación, el chasis número 06354 nunca se ha separado ni repintado por completo manteniendo el color Bianco Polo Park. Luego está el interior, que, salvo por el polvo, parece como si apenas se hubiera conducido y los asientos mantienen su piel Nero original.
Basta decir que el chasis, el motor, la caja de cambios y la carrocería también son los originales, esto viene acompañado del manual original, un techo rígido tapizado de cuero original, una cubierta de tela suave, rueda de repuesto y un gato. De hecho, todo lo que se necesitó para que arrancara fueron algunas bujías nuevas y algo de combustible.
Enzo Ferrari no quería que sus autos estuvieran equipados con nada menos que un motor V-12, sin embargo, terminaron agregando un motor V-6 de 2.0 litros totalmente de aluminio que generaba 180 caballos de fuerza a 8,000 rpm.
Sin anunciar el precio de venta, Girardo & Co ofrece dos rutas viables para el futuro propietario de este Ferrari 246 Dino GTS: emprender una restauración completa o preservar la originalidad y disfrutar de este Cavallino Rampante como lo que es, un muy original ejemplo de los mejores autos deportivos de la década de 1970.