Aún mejor que recorrer las calles de Nueva York es ver a la ciudad que nunca duerme desde las nubes -o casi-. La Gran Manzana está estrenando su nueva torre residencial que tiene el título de la más grande del mundo.
Los 1,428 pies de altura de la 111 West 57th y los 1,400 de 432 Park no son nada comparado con los 1,550 pies de altura de la nueva Central Park Tower, sitio que te da el derecho a alardear no solo sobre tu elegante y lujoso condominio, también de la vista impresionante que vas a tener.
No hace falta decir que la arquitectura del edificio es impresionante, pero vayamos más adentro. Los condominios tiene un espacio de 3,165 pies, 3 habitaciones y tres baños. Blainey North & Associates hizo el diseño e incorporó muebles de la misma marca, alfombras de Rug Company y luces de Gabriel de Scott y Urban Electric Co.
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La ciudad que nunca duerme, es también la ciudad que tiene como característica principal el ruido; fue precisamente el sonido el que inspiró este edificio. Sus interiores son espacios ideados para ser un retiro y un respiro a la cacofonía cotidiana de Manhattan.
Pero no solo el sonido de la ciudad, Nadia Anne Rickets tapó las paredes con telas texturizadas con patrones que imitan exactamente los patrones sonoros de canciones populares, por ejemplo, tu sala podría rendir homenaje de ‘Lucy in the Sky with Diamonds’ de los Beatles.
Los residentes del edificio tendrán acceso al exclusivo Central Park Club, una terraza al aire libre con piscina de 60 pies y cabañas, spa, gimnasio equipado y en el más grande despliegue de elegancia un vestíbulo que te recibirá con una lámpara de araña Lalique a medida hecha de 2,000 piezas de cristal
Los condominios de esta torre no son los único que se elevaron en las nubes de Nueva York, también los precios. El costo comienza en 6.9 millones, los pisos superiores llegan a los 65 millones, siendo el cielo el límite, al menos para los precios