
Desde hace años no vive en el país donde nació y creció; sin embargo, Gildo Medina se ve a sí mismo como ve al resto de los mexicanos, desde sus antepasados que construyeron una ciudad sobre un lago: creativo, resiliente y transgresor. En el marco de su primera exposición en territorio mexicano, durante la cual presentó su colección “Memorias de Objetos Errantes”, conversamos con este reconocido artista visual, quien se describe —acertadamente— como un nómada. No sólo por los lugares que ha recorrido, sino también por las diversas disciplinas en las que ha sobresalido.
Su trayectoria abarca la pintura, el diseño, la dirección de arte y la fotografía, entre otras disciplinas. Un día trabaja en Florencia y al siguiente en Londres, París, Nueva York… o bien, en su acogedor estudio en la colonia Roma de la Ciudad de México, donde hoy nos abre las puertas.
Entrevista a Gildo Medina
¿Cómo se siente Gildo Medina de exponer por primera vez en su país después del éxito alcanzado a nivel mundial?
Fue fantástico contar con la presencia de mis padres, mi familia y mis amigos cercanos, quienes en muchas ocasiones no habían podido asistir a mis exposiciones en el extranjero. Pero, sobre todo, lo más gratificante fue verme aquí encontrando la respuesta a muchas preguntas que surgen con el proceso creativo del arte en cada país donde vivo y expongo.
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¿Hay algo de México en la obra de Gildo Medina?
Nací en la Ciudad de México, que es una ciudad transgresora, que se estableció sobre un lago. Y creo que por eso soy igualmente irreverente, me reinvento cada día, pues en una comunidad de más de 20 millones de personas es fundamental encontrar la manera de ser único. Como mexicano me gusta que mi obra rompa con lo establecido y sea refrescante cada día, haciendo las cosas bien. Llevo años mejorando mi técnica poniendo lo que soy en cada cosa que hago.
¿Hay un hilo conductor en tu obra, más allá de que se trate de pintura, fotografía o diseño?
El ser humano me fascina, y esa admiración se refleja de manera recurrente en mis obras, las cuales transmiten mi pasión por contar historias. Explorar diversas disciplinas me ha permitido narrarlas desde distintas perspectivas. Es un proceso similar al trabajo actoral: no se interpreta un papel de la misma manera en el cine que en el teatro, ni es igual un musical a un monólogo. Cada ocasión brinda la oportunidad de adoptar una nueva máscara, en un festival creativo que me divierte mucho.
¿Qué significa para ti trabajar en tu estudio? ¿Cómo es tu proceso creativo?
Mi estudio es un espacio muy especial para mí, ya que he vivido fuera de México durante 25 años y suelo ir y venir. Este lugar me inspira en todos los sentidos, especialmente por su ubicación en la Colonia Roma, un reconocido epicentro de creatividad a nivel mundial, donde conviven chefs, arquitectos, diseñadores y pintores, formando una comunidad vibrante.
El estudio se encuentra en un edificio de estilo francés, donde cuido cada detalle. Las plantas bien atendidas y las flores blancas crean un entorno armonioso y ordenado, algo esencial para mi proceso creativo.


Cuando llego, me desconecto por dos o tres días sin hacer nada, permitiéndome una pausa antes de empezar a crear. Trabajo en silencio y cambio de mesa según la luz del día, disfrutando de la introspección. Cuando siento la necesidad de salir, a solo unos pasos encuentro un parque maravilloso y una comunidad cosmopolita fascinante, que me brinda nueva inspiración. Aunque viajo por todo el mundo, este estudio sigue siendo, por mucho, uno de mis lugares favoritos.
¿Qué opinas del arte mexicano?
México está más fuerte que nunca. Hoy, el mundo entero habla de nuestro país, y eso es un motivo de orgullo. Durante la Semana del Arte, me alegró ver a tantos artistas mexicanos presentando obras extraordinarias. Me entusiasma mirar ese reflejo y reconocerme como parte de una comunidad que está transformando la escena artística.
¿Se puede hacer arte libremente cuando se trabaja para marcas?
Me ha tocado la suerte de poder ser invitado por dis- tintas marcas, principalmente de lujo, porque creo que el arte está muy vinculado con el mundo del lujo. Louis Vuitton me ha invitado a crear toda una serie de obras en sus baúles, en sus objetos nómadas. También Ferragamo me ha invitado a imprimir mi visión sobre la mujer, lo mismo que Moncler. Hoy ya hemos logrado desestigmatizar el arte por encargo, porque las marcas lo que están buscando es la visión del artista, que se cuenten dos historias fascinantes: la de la marca y la del artista. Y eso es algo riquísimo.

¿Es posible vivir bien del arte? ¿Qué consejos le darías a quienes comienzan su carrera?
Estamos viviendo un momento fascinante en la historia. Hoy como artistas podemos comunicar nuestro trabajo inmediatamente con una aplicación, exponer virtualmente, vender en línea…
Podemos hacer una comunidad de artistas creando nuevas cosas y las marcas nos pueden ver a partir de un post. Creo que el artista es reflejo de su época. Y, justo hoy, los artistas están registrando lo que pasa. No es fácil, pero pregúntale a una madre si es fácil ser mamá y de cualquier forma lo tiene que hacer. Hay muchas oportunidades, solo hay que saberlas capitalizar.
¿Te falta algún sueño por cumplir?
Me encuentro en un momento de madurez donde estoy redefiniendo todo lo que soy. He podido ser tantos personajes en una misma vida y ser yo mismo. Estoy redefiniendo mi concepto de ser artista; para mí, no para alguien más.