Hay muchas villas legendarias en el sur de Francia con historias que cuentan con invitados glamorosos (solo eche un vistazo a la entrega más reciente de Downton Abbey). Pero pocos pueden competir con la historia de La Vigie, que recientemente salió al mercado por 27 millones de dólares.
La propiedad, que se encuentra cerca de Cap D’Antibes, se completó originalmente en 1912 y ofrece una ubicación envidiable directamente frente al Mediterráneo azul.
Construida por primera vez para una familia local adinerada, la propiedad se vendió en 1926 al magnate estadounidense Frank Gould, cuya esposa de la alta sociedad francesa, Florence Lacaze, la llenó de figuras globales que van desde F. Scott Fitzgerald hasta Jean Cocteau y el mismo Pablo Picasso.
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La Vigie y su relación con Pablo Picasso
“Muchas villas en el área pueden reclamar una visita de Picasso, pero él mismo menciona a La Vigie en sus diarios de esa época”, explica Jack Harris de Knight Frank en Londres, que se encarga de la lista con Douglas Elliman.
“Se dice que incluso pintó directamente en las paredes de la propiedad como una forma de agradecer a sus anfitriones”.
Lo que se sabe con certeza es que en el verano de 1924, Picasso utilizó el garaje de la villa como estudio, donde pintó innumerables lienzos, y quizás incluso la pared del lugar.
Construida en la península de Cap D’Antibes, a un corto paseo del Hotel Belles Rives y del verde La Pinede en Juan les Pins, la propiedad se extiende sobre más de 6,000 pies cuadrados de espacio interior e incluye entre siete y ocho habitaciones, dependiendo de la configuración.
Más allá de su historia, lo más singular de La Vigie es su ubicación, arquitectura y diseño distintivos.
La arquitectura única de la villa
Por un lado, la propiedad se encuentra directamente sobre el agua, y no está separada de ella por un camino como muchas otras villas “frente al mar” en el área, explica Harris.
La arquitectura es una versión mediterránea del neogótico, representada aquí en deslumbrantes colores rosas y melocotones y crema que reflejan la icónica luz del sol de la zona.
La casa que alguna vez habitó Picasso está anclada en su nivel inferior por una enorme piscina de borde infinito que está elegantemente dividida por la mitad por un puente bijoux con un lado literalmente como una laguna.
Entre otras comodidades incluye un gran comedor formal y un salón principal, amplias bodegas, área de oficinas, muelle y cobertizo para botes.
En la suite principal hay un salón privado, baño y vestidor, mientras que una suite junior cercana cuenta con su propio balcón.
Miles de pies cuadrados de exuberantes jardines impregnan la propiedad con una vegetación interminable y mantienen las miradas indiscretas.
Quizás, lo más intrigante, la torre ahora icónica de la villa, que se remonta a su construcción original, alberga un par de dormitorios y un baño junto con su propio salón al aire libre con vistas panorámicas al mar.
Ubicada de manera prominente sobre toda la villa, ésta sirve como el “vigía” no oficial de la casa, ya que La Vigie significa “el vigía” en francés.
Según Harris, la propiedad “fue renovada ampliamente por los dueños anteriores. . .que la han utilizado como un escape familiar durante los últimos 20 a 25 años. Si bien los propietarios actuales aman la casa, ahora no la usan tanto como quisieran”, explica. Teniendo en cuenta su impresionante prominencia, Harris dice que el nuevo propietario de La Vigie bien podría ser una familia francesa que entiende “que este es un trofeo, el mejor de su tipo en la región”.
Al mismo tiempo, Harris también pudo ver que la historia se repitiera y La Vigie una vez más se vendió a una familia estadounidense como lo fue a los Gould hace casi un siglo.
Si bien las condiciones geopolíticas actuales han limitado, en cierto modo, el grupo de compradores de personas con un patrimonio neto muy alto, Harris confía en que la historia y la ubicación de La Vigie lo ayudarán a resistir cualquier desaceleración del mercado.
“El sentimiento del comprador se mantiene saludable”, dice, particularmente cuando se trata de compradores estadounidenses. Según un informe reciente de Knight Frank, las búsquedas de segundas residencias en Francia por parte de compradores estadounidenses aumentaron un 37 % en el año hasta mayo de 2022.
Nota publicada previamente en Robb Report US