Edificada en la década de 1920, originalmente como una iglesia y unos años después adaptada como una escuela de ballet, la mansión de estilo barroco de Beyoncé y Jay-Z ubicada en Nueva Orleans, está esperando por un nuevo dueño.
Antes de querer sacar todos tus ahorros para comprarla solo para vivir en una propiedad que perteneció a la famosa pareja es importante mencionar el que quizá es el dato más interesante de la mansión y es que la que se conoce como La Casa de Castille nunca fue ocupada por los Carters.
La mansión nunca ocupada de Beyoncé y Jay-Z
La propiedad de 13,300 pies cuadrados debe su título a sus orígenes como iglesia y su estilo es barroco español ornamentado. El edificio tiene tres pisos y actualmente está administrada como una residencia principal y tres apartamentos con siete dormitorios y ocho baños junto con un amplio jardín en la azotea.
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Según Dirt, la casa está ubicada a media cuadra de la avenida St. Charles; la fachada del edificio está marcada por un trío de ventanas arqueadas y se cree que conserva los pisos de madera, las columnas, molduras y bancos de la iglesia originales, aunque claro, con un giro dramático que le ha dado el tiempo.
La mansión está disponible para su venta exclusivamente en Zillow y entren las características mencionadas en la página se enlista que ‘la acústica y las vibraciones con geniales’, esto citando a un ‘ganador del Grammy’ anónimo que puede ser cualquiera de los dos dueños u otra persona.
En la lista también se menciona que el lugar ha albergado bodas y eventos ejecutivos que han atraído a las personas por su estilo arquitectónico.
Misteriosamente las fotos adjuntas en la página son de 2015, justo antes de que la pareja la comprara, dato que ha llamado la atención de la gente puesto que a inicio de año ocurrió un incendio en la propiedad del cual nunca se reportaron los daños, aunque la agencia inmobiliaria se ofrece a pintar la estructura con el color elegido por el nuevo propietario.
Fotos: Zillow
Beyoncé y Jay-Z tienen menos casas de las uno podría suponer, pero la realidad es que esta mansión es demasiado pequeña en comparación con su casa en East Hampton y Bel Air y aunque el patrimonio estimado de la pareja es de 1.5 mil millones no les sirve de mucho tener esta propiedad que nunca ocuparon.