El primer par de Dr. Martens se puso a la venta el 1 de abril de 1960 y nadie hubiese imaginado entonces que esas botas surgidas por accidente, se pondrían tan de moda.
Y es que no son precisamente la reivindicación de la estética ni han venido proponiendo innovaciones futuristas que conquisten a nuevos mercados.
¿Por qué entonces Dr. Martens es una marca tan en boga después de seis décadas de vivir casi al margen de lo convencional?
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Quizá precisamente por eso, porque se han covertido en un icono transcultural y transgeneracional que le pone estilo a todo lo que, por convicciones y principios, no debería tenerlo.
Con su suela gruesa y cordones largos, que se anudan más allá de los tobillos, Dr. Martens formó parte del uniforme del punk o el grunge, del mismo modo que hoy forma parte del armario de influencers y celebridades.
¿Cómo empezó esta historia?
Todo empezó por accidente en 1945, luego que el médico alemán Klaus Maertens se lesionara por andar esquiando en Baviera.
Él buscó fabricar unas botas resistentes, pero más cómodas
que las del ejército, para poder caminar y cuidar de su fractura.
Las confeccionó con cuero blando y suelas con aire para amortiguar la pisada y dos años después, las empezó a comercializar junto a su colega Herbert Funck.
Fue tal el éxito que en 1959 ya empezaban a venderse en todo
el mundo y un año después el fabricante británico de calzado Griggs les compró
la patente.
Desapareció la primera “e” del apellido de su inventor y surgió la marca que hoy conocemos: Dr. Martens.
¿Cómo se hicieron un icono de las subculturas?
Al principio, las botas se hicieron sumamente populares entre los trabajadores quienes empezaron a usar el modelo por su gran resistencia al agua e incluso a la grasa.
Sin embargo, convertidas en el símbolo de la clase obrera,
saltaron a la fama en 1966, cuando Pete Townshend, líder del grupo The Who, empezó
a usarlas en sus presentaciones.
Desde ahí, el símbolo de la clase obrera se convirtió en
icono de las más diversas subculturas urbanas: desde los skinheads, hasta el
grunge de los noventas, pasando, por supuesto, por los punks.
¿Cómo ingresaron las Dr. Martens al círculo de la moda?
Sí bien es cierto que a las Dr. Martens se les pudo ver acompañando a una gran cantidad de músicos y sus fanáticos, también lo es que en alguna época se convirtieron en el accesorio favorito de las pasarelas.
Casi siempre negras, pulidas y acordonadas por arriba del
tobillo se les ha visto en Berluti, Versace, JW Anderson, Hermès, Prada o
Haider Ackermann.
Yohji Yamamoto, Jean Paul Gaultier o Vetements han sido otros
de los diseñadores que han colaborado con la firma rediseñando sus clásicas
botas y subiéndolas a la pasarela.
Y de revestir los pies de Pete Townshend pasaron al armario
de The Weeknd o Lewis Hamilton en nuestros días.
Modelos como las hermanas Hadid, Kaia Gerber, Kendall Jenner o Hadley Bieber son sus mejores embajadoras.
La marca es propiedad desde 2014 de Permira, una gestora de
capital riesgo, y desde entonces han trabajado por mantener su vínculo con la
música, estando presentes en festivales.
Y, en línea con los principios de las nuevas generaciones, han creado una línea vegana. Un gesto que ya habla de adaptación, principio básico de la supervivencia que nos asegura que habrá Dr. Martens para rato.