El J12 de Chanel vio la luz por primera vez en los 2000 y en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en un ícono de la Alta Relojería.
Este año el reloj J12 se ha reinventado, pero sin perder un ápice de su esencia. Desde la marca señalan que este modelo es el de hoy y el de mañana, y también el de ayer. “Un icono no cambia, se adapta al tiempo que avanza, lo atrapa, lo esculpe, lo sublima, lo comprende”.
Si bien, el primer modelo sorprendió por su apuesta en negro y tres años después lo conocimos en total white, la nueva versión del J12 respeta esta premisa, y continúa con la inspiración del universo automovilístico a través de líneas muy estilizadas, y con el mundo náutico ya que los veleros de la America’s Cupse se llaman J12 y de ahí surgió el nombre de tan bonitas piezas.
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La reinterpretación de un clásico
El trabajo de crear el nuevo J12 recayó en manos de Arnaud Chastaingt, director del Estudio de Creación Relojera de Chanel. Su tarea no era fácil, debía cambiar la imagen del reloj sin tocar un ápice de su identidad.
Para ello se decidió por aumentar la apertura de la esfera, refinar el bisel atravesado de 40 muescas y rediseñar la tipografía de sus números e índices. Y aunque el grosor de la caja se ha aumentado ligeramente, es imperceptible gracias a que se han suavizado y redondeado su perfil; además de alargar los eslabones para crear una ilusión óptica de afinamiento.
Precisión suiza
El reloj está equipado con el Calibre 12.1, un nuevo movimiento automático de manufactura desarrollado en Suiza por la Manufactura Suiza Kenissi y en exclusiva para Chanel.
Gracias a que la caja de cerámica está hecha en una sola pieza con cristal de zafiro se puede observar en todo su esplendor la belleza del nuevo movimiento automático Calibre 12.1. Éste ha sido ertificado cronómetro por el COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), ofrece una reserva de marcha de 70 horas.
Sin duda, Arnaud Chastaingt lo logro: El reloj J12 sigue siendo el J12.