Hace 70 años la Reina Isabel II contrajo nupcias con Felipe de Edimburgo. Su boda fue la primera que se transmitió en vivo a nivel mundial y más de 200 millones de espectadores tuvieran la oportunidad de observarla a finales de los años cuarenta.
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Son muchas las imágenes que recuperan el look que monarca británica llevó el día de su matrimonio. Para conmemorar sus “bodas de titanio”, decidimos recordar los elementos que aquel 20 de noviembre, distinguieron el estilo de la Reina.
Su tiara
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La tiara Fringe, probablemente la más icónica de la realeza, fue realizada originalmente para la Reina María en 1919. Consta de 47 barras de diamantes separadas por otros pequeños picos -también de diamantes-.
Collar de perlas
Foto: Los Angeles Times
Se trata de un obsequio de sus padres. Se dice que mientras se preparaba para la ceremonia en la Abadía de Westminster, recordó que lo había olvidado en un palacio a kilómetros del recinto, es por ello que envío a una de sus asistentes por él; la joven tuvo que terminar el viaje hacia el lugar caminando, pues las miles de personas que rodeaban los alrededores, le impidieron llegar en auto.
Vestido de novia
Foto: Town & Country Magazine
El descomunal vestido de la Reina fue algo fuera de este mundo. Diseñado por Norman Hartnell con inspiración tomada de la obra “Primavera” de Boticcelli, el modelo fue confeccionado artesanalmente con gusanos de seda chinos.
Asimismo, se usaron 10 mil perlas importadas de América y se estima que su valor alcanzó los 43 mil dólares actuales.
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Su ramo
El ramo de la Reina Isabel fue bastante discreto. Estuvo compuesto por unas cuantas orquídeas blancas y una pequeña rama de mirto.