A pesar de haberse adentro al mundo de la alta joyería hace menos de una década, Louis Vuitton está reclamando su lugar dentro de la industria. La marca de lujo francesa comúnmente asociada con artículos de cuero acaba de adquirir el segundo diamante más grande conocido por el hombre.
Recuperado de la mina de diamantes Karowe en Botswana en abril pasado, la bengala Sewelô, cuyo nombre significa “hallazgo raro” en Setswana, es fiel a su apodo: un diamante en bruto de 1.758 quilates y el diamante más grande que se haya descubierto en un siglo. Aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis, la piedra ha sido descrita como una “gema de calidad variable”, lo que significa que es un diamante industrial con secciones que podrían producir piedras de calidad gema.
Vuitton compró la piedra a la compañía minera canadiense Lucara Diamond Corp. por una cantidad no revelada y ahora se dedicará a cortar y pulir diamantes individuales para joyería fina.
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“Estamos encantados de asociarnos con Louis Vuitton para transformar el histórico Sewelô de 1.758 quilates, el diamante más grande de Botswana, en una colección de joyería fina que conmemorará este descubrimiento extraordinario y contribuirá con beneficios directos a nuestras comunidades locales de interés en Botswana”, comentó el CEO de Lucara, Eira Thomas, dijo en un comunicado de prensa.
La gran compra de Louis Vuitton no solo indica las crecientes ambiciones de la casa de expandirse en el mundo de la alta joyería, sino que también apunta al deseo de LVMH de dominar el mercado de la alta joyería en general. El conglomerado de lujo de mil millones de dólares de Bernard Arnault recientemente comprometió 16,2 mil millones de dólares, que será el precio más alto pagado por una compañía de lujo, para adquirir el icónico joyero estadounidense, Tiffany & Co.
El enfoque de LVMH, la adquisición de Tiffany y esta nueva piedra rara, sin duda le dará al gigante francés un punto de apoyo más fuerte en el mercado de la joyería, lo que le permitirá competir mejor con personas como el Grupo Richemont de Suiza. Además, ayudará a aumentar la presencia de LVMH en los Estados Unidos, su segundo mayor mercado internacional después de Asia.
Nota publicada anteriormente en Robb Report por Rachel Cormack