En los años 90 una jovencísima Carrie Bradshaw en Sex and the City amaba visitar día sí, día también la famosa cadena estadounidense de cadena de grandes almacenes de lujo, Barneys.
El tiempo ha pasado y aunque la serie Sex and the City aún siga siendo muy popular, lo cierto es que Barneys ha sido relegada en pro de otras tiendas que han sabido reinventarse y es por eso que la firma se ha declarado en bancarrota.
Con una deuda de 500 millones de dólares, Barneys ha decidido cerrar 15 de sus 22 tiendas, incluso algunas de las más emblemáticas como las que están en Chicago, Las Vegas y Seattle. Mientras esperan a un avezado comprador, las tiendas insignia situadas en la avenida Madison de Nueva York, en Beverly Hills y San Francisco permanecerán abiertas.
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En la actualidad la tienda departamental pertenece a Richard Perry y la firma de capital privado Yucaipa Capital.
Antes del éxito logrado tras la emisión de Sex and the City, Barneys ya había sufrido una bancarrota previa de la que logró resurgir con cientos de personas obsesionadas por comprar en el mismo lugar que aparecía en la serie de televisión protagonizada por Carrie Bradshaw así que quizás, este no sea el fin.