Los steakhouses estadounidenses son la meca del placer culinario donde encontrarás torres relucientes de crustáceos helados, cortes de carne, cocidos por fuera y rojos por dentro, y abundantes guarniciones de papas y verduras, preparados de la manera que Dios pretendía. Las porciones son grandes, sin embargo, nadie te juzgará por dejar tu plato limpio, ordenar un postre elaborado o incluso una botella de whisky para acompañar tu comida.
Cada vez son más los steakhouses modernos que se preocupan por crear un elaborado menú y adaptarse a un público más sofisticado y educado, dando como resultado diferentes restaurantes ideales para todo tipo de comensales. Aquí te presentamos algunos de nuestros steakhouses favoritos, en Estados Unidos.
B&B Butchers and Restaurant, Houston
Houston B & B es una carnicería primero y un restaurante segundo. De hecho, B & B tiene una degustación de carne de 12 platos y maridaje de vinos llamado “Meet Our Meat”, exclusivo de la carnicería. Este extenso menú abarca múltiples preparaciones tanto de kobe japonés A5 como de Texas Wagyu, además de utilizar productos poco convencionales como tocino de cordero ahumado y limpiadores de paladar como sorbete de limón Meyer.
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En el local se anima a los comensales a recorrer la bodega de carne de envejecimiento en seco; una de las paredes está completamente cubierta de ladrillos de sal rosa del Himalaya, que ayuda a extraer la humedad de la carne y la infunde con salinidad. En el restaurante, se puede pedir cuatro tipos de carne de res cortadas de 22 maneras diferentes.
Bateau, Seattle
La chef Renee Erickson, la ganadora del Premio James Beard detrás del Bateau de Seattle, no estaba satisfecha comprando a ganaderos de renombre. Erickson compró un rancho entero donde ella, y sus socios, crían carne de res, aves, cordero y cultivan verduras, frutas y nueces para su restaurante.
En Bateau, el menú cambia a diario y se actualiza durante la noche en una pizarra del comedor. Los filetes, desde cortes comunes como el côte de boeuf hasta cortes especiales como velvet, se cortan y se maduran en seco en la casa y se sirven a la carta con mantequillas especiales compuestas con médula ósea y limón en conserva.
Bazaar Meat, Las Vegas
José Andrés no hace nada solo porque sí. El ambientalista y humanitario es un chef galardonado con un Premio James Beard y una estrella Michelin, cuyo restaurante de carnes en Las Vegas, Bazaar Meats, celebra todo lo carnívoro. “¡Comeré lo que me haga sentir como un león!”, Dice Andrés sobre su menú SLS.
Aquí podrás encontrar artículos que no puedes encontrar en ningún otro lugar del mundo. Hay diferentes variedades de caviar, lechones rostizados, filetes de costilla de res, erizo de mar fresco, chuletas de ternera y lomos de cerdo ibérico. El espacio de mil 200 metros cuadrados contiene la mesa de comedor más larga del mundo, un pozo de fuego e incluso un casino adyacente donde, después de una deliciosa comida, podrás probar suerte en el blackjack o la ruleta.
Boston Chops, Boston
Hemos llegado a esperar ciertas charcuteries en los menús de los restaurantes. Nos sentimos cómodos con las carnes curadas y encantados con los hígados grasos. Pero en Boston Chops, el menú nunca es predecible. Aquí puedes pedir cortes raramente servidos como lengua en salmuera, estofado de callos y corazón a la parrilla.
Hay un respeto por la carne aquí evidenciada por sus “cortes superiores”, losas de más de 14 onzas como el filet mignon que aún cuentan con el hueso. El restaurantes en sí es clásicamente acogedor y cálido, con muchos tonos burdeos y caoba y paredes de mármol del piso al techo. Eso se debe a que el propietario, Brian Piccini, se ha comprometido con la hospitalidad desde que era un adolescente: a los 18 años era el pianista de The Top of The Hub, el restaurante de alta cocina en lo alto del Prudential Center.
Cote, New York City
Este hotspot tiene el ADN de un steakhouse estadounidense, un menú con cortes clásicos como el filet mignon y tiras de New York envejecidas en seco, pero se complementa con todos los sabores de una parrilla coreana. Ordena el Butcher’s Feast, compuesto por cuatro cortes de USDA Prime y American Wagyu, sellado sobre una parrilla sin humo.
La comida se acompaña con sabores coreanos tradicionales como pepinillos refrescantes y kimchi picante. Cote también ofrece nuevos giros a los platos de carnes tradicionales, como el cóctel de camarones, escalfados y refrigerados servidos con gochujang en lugar de salsa de rábano picante, y una ensalada de lechuga iceberg que intercambia el blue cheese por una llovizna de aderezo de tofu y sésamo.
CUT, Beverly Hills
El restaurante de Wolfgang Puck galardonado con una estrella Michelin en el hotel Beverly Wilshire, fue uno de los primeros intentos de redefinir el steakhouse estadounidense. En este espacio contemporáneo, que asemeja al aspecto sereno y limpio de un museo, los platos también pueden ser obras de arte. Para el flan de médula ósea, por ejemplo, los segmentos de hueso se rellenan con una sabrosa crema pastelera, se colocan en posición vertical y se bañan dramáticamente en el clásico vino tinto Bordelaise.
Aquí, los filetes se asan sobre carbón y madera y luego se terminan debajo de un asador de 650 grados para asegurar una capa exterior crujiente. Los restaurantes de carnes CUT ahora se encuentran en ciudades de todo el mundo, pero su fórmula es todo menos sencilla. A principios de este año, la ubicación de Singapur obtuvo una estrella Michelin.
El Che Steakhouse and Bar, Chicago
Antes de que El Che de Chicago fuera conocido como un steakhouse, simplemente se llamaba un bar. Luego, después de tres años de crear delicioso platillos a la manera argentina, el propietario, John Manion, cambió el nombre de su restaurante para reflejar mejor lo que estaba volviendo loco a sus clientes: la carne.
El Chef consultó a un fabricante de motocicletas para fabricar un elaborado horno abierto de 3.5 metros que contiene dos parrillas, un ahumador a leña y tres parrillas planas. Aquí, él cocina grandes filetes, como su chuleta con hueso de 32 onzas, y los sirve junto con chimichurri; asa las colas de langosta con mantequilla de miso picante; y hornea deliciosas empanadas rellenas de col rizada y gruyere.