Hoy en día, gran cantidad de personas se declaran amantes de la cocina asiática. Y por lo tanto, muchos son fanáticos de los Omakase, que no es más que una palabra japonesa que tiene por significado, en términos culinarios, “la elección del chef”, y es en ese momento en donde el experto de la cocina toma todos sus elementos para llevar a los comensales a viajes a través de su paladar.
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Y es justo así como lo hizo Hiroshi Kawahito, chef nacido en la gran metrópoli de Tokyo, pero criado en California, Estados Unidos, y que ahora se desempeña como el chef ejecutivo del lujoso concepto hotelero en Tulum, Azulik, y del restaurante Deigo, ubicado en la Colonia del Valle, inmerso en la tranquilidad de la calle Pestalozzi.
La cita fue muy especial, ya que en las playas de Baja California se había pescado una opah de aproximadamente 50 kilogramos de peso. Ya instalados en la mesa, apareció la pesca y se colocó en una mesa en donde Hiroshi, con cuchillo en mano, comenzó a destazarla para con ella preparar ese menú secreto y especial.
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Tuvimos desde langostillas hasta lubinas, pasando por diversos platillos con la opah, y cerrando con un caldo de te verde con arroz. Todo con sumo respeto a las tradiciones y procesos japoneses, ya que, como el mismo Hiroshi lo declara, gracias a su experiencia de 10 años entregado al sushi en la tierra del Sol Naciente, “prácticamente puedes hacer de la cocina lo que tú quieras y desempeñarte donde desees”.
Todos los platillos fueron perfectamente maridados gracias a Claudia Cabrera, quien goza de un galardón en los Bartender Awards 2019, quien con su coctelería llena de creatividad, le dio ese toque especial a los platillos de Hiroshi.