Nos encantan los hot spots que consienten a nuestro foodie carnívoro interior, Entre Fuegos, es uno de ellos. Es un obligado para quienes gusten de probar un buen Tomahawk o un Rib Eye acompañados de una copa de vino.
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Must para carnívoros
Su extenso menú cuenta con una gran variedad de opciones, no sólo para amantes de la carne, también para quienes gusten de sabores del mar con su tiradito de atún o pulpo, tartara de salmón y tacos de camarón.
Entre Fuegos también ofrece opciones vegetarianas. De hecho, uno de sus principales highlights es su Salad Market, una estación donde puedes personalizar tu propia ensalada.
Tuvimos la oportunidad de probar los platillos más emblemáticos de su menú y podemos decirte que Entre Fuegos no defrauda en lo absoluto.
Te sugerimos ampliamente su carpaccio de res sazonado a las cinco pimientas con polvo de chicharrón; el giro inesperado de este platillo es el helado de parmesano con el que viene acompañado, es toda una experiencia para el paladar.
Tampoco puedes dejar de probar los crujientes Mochomos. Se sirven con tortillas para prepararte tacos y son preparados con un toque de ajo, dip de maneados y salsa de chile de árbol.
Desde luego, los cortes de carne son la especialidad de lugar, disfrútalos con ensalada, pure y gravy. Hay para todos los gustos y para los más exigentes, el restaurante se encuentra certificado para incluir Wagyu en su menú, la carne japonesa más exclusiva del mundo.
Puedes maridar los platillos de la casa con uno de los vinos pertenecientes a su extensa cava; cuentan con más de 200 etiquetas nacionales e internacionales.
¿De postre? No te pierdas su delicia de pan brioche con manzana y helado o un pastel de frutos rojos. La cortesía de la casa consiste en malvaviscos con una pequeña fogata para derretir.
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Lo que complementa la exquisita oferta culinaria de Entre Fuegos es su magnífico servicio y ambiente cálido. Es un imperdible que te hará salivar en cuanto tu plato llegue a la mesa.