Este año, la familia Sauza estuvo de manteles largos por la presentación de la nueva imagen de Tres Generaciones. Las botellas cuentan con tres franjas que honran la constancia, la perseverancia y el legado que cada generación de maestros le ha impreso a sus tequilas hasta llevarlos a la perfección. Y qué mejor celebración que con un festín, por eso se aliaron con Mochomos, un restaurante especializado en gastronomía sonorense.
El chef Rogelio Cruz se inspiró en las cuatro etiquetas de la casa tequilera para proponer un maridaje para chuparse los dedos.
Puedes empezar con el cóctel insignia de Tres Generaciones, la Paloma Negra, una mezcla de tequila cristalino, toronja y carbón activado que por su frescura y notas cítricas son ideales para comenzar a abrir el apetito.
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Para el primer tiempo, el chef propone acompañar Tres Generaciones Plata (un tequila sin añejamiento, fresco, cítrico, suave y puro) con un bocadillo de atún sellado sobre una fritura de harina con mousse de salmón y salsa de pimientos. La combinación hará que las notas herbales del destilado se acentúen aún más.
De segundo intenta el Tres Generaciones Reposado (que permanece de cuatro a seis meses en barricas de roble blanco americano que lo dotan de un ligero toque a vainilla y caramelo) con tacos semidorados de cola de res sazonada con cebolla y cilantro, notarás cómo el tequila realza los sabores de la carne.
En Mochomos, los platillos con carnes rojas son un must, así que el Tres Generaciones Añejo merece un digno acompañante y para eso está la famosa piedra caliente donde se ponen a cocer finas láminas de filete de res marinadas en salsa oriental. Si buscas algo más sustancioso, también va perfecto con el filete a la mantequilla con cítricos y perejil, que exaltan los sabores acaramelados y aterciopelados del tequila.
Para cerrar con broche de oro, nada como un postre. El impresionante (y delicioso) mostachón de Nutella se une a una de las joyas de la casa tequilera, el Tres Generaciones Cristalino, que se fusiona de manera ideal con las notas de vainilla y miel, herencia de las barricas en las que se añejó.
Si se te hizo agua la boca, no tienes que preocuparte, porque podrás disfrutar de este maridaje en alguna de las sucursales del restaurante.