En algún momento, el desafío al que se enfrentaba la industria de los destilados era la consistencia: cómo crear un Macallan 18 o un Pappy 23 que tuviera el mismo sabor que cualquier otro Macallan 18 o Pappy 23, sin importar el clima o almacenamiento.
Eso ya es pasado, pues muchos destiladores se vieron en la necesidad de atraer nuevas audiencias, y sin duda respondieron con gusto, whiskies y tequilas que envejecen en barricas -sí, también tequilas- por más tiempos, y que han traído resultados excepcionales.
Una gran idea: un aumento en las rarezas
Sólo unos pocos barriles pueden mantener el líquido en su interior en perfectas condiciones por un largo plazo, esto debido a que se evapora y las cantidades cada vez más pequeñas permanecen a medida que envejece el espíritu. El resultado son algunas rarezas finales, por ejemplo, un Dalmore 60, en donde podría haber lo suficiente para producir algunos decantadores.
Estas bellezas únicas parecen destinadas a ingresar al mercado de subastas, donde las botellas escasas continúan dominando. Pero hay signos de desaceleración.
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En varias subastas recientes de Zachys, un Glenlivet de 45 años con una estimación máxima de 2,800 dólares no logró obtener una oferta única, un juego de dos botellas de Ardbeg Auriverdes valorado en 2,000 a 3,000 dólares, tampoco obtuvo lo esperado.
Macallan, sin embargo, continúa obteniendo precios altos: en un subasta en Zachys, un botella Macallan 1982 Gran Reserva obtuvo precios muy por encima de los pronosticados en 1,700 dólares.
La barrica
Además del extenso tiempo en barrica, los licores se colocan cada vez más en recipientes de acabados únicos, en destiladores de todos los géneros: ron y tequila -ahora terminados en barriles sazonados con bourbon-, whisky terminado en champaña o barriles de ron, bourbon en antiguos barriles de puerto rojizo y whisky irlandés en roble Mizunara, todo para crear ediciones únicas.
Este tipo de lanzamientos especiales están ganando fuerza. Glenmorangie tiene su propio laboratorio dedicado específicamente a pruebas, llamado Lighthouse: un granero lleno de brillantes alambiques de cobre nuevos con moldes para pequeños lotes, gracias a que la Asociación Escocesa de Whisky relajó sus reglas, el año pasado, sobre qué tipos de barriles pueden usar los destiladores para envejecer -y no solo terminar- sus espíritus.
Después de años de barriles sazonados con jerez y bourbon que dominan el largo proceso de envejecimiento, hoy se espera que los destiladores de todo el mundo desaten su imaginación.
Cuveé Cask Finish: Glenfiddich Grand Cru
Se termina durante un poco más de 6 meses en barricas originalmente utilizadas para uno de los mejores vinos espumosos del mundo.
El espíritu de experimentación de Glenfiddich ha incitado a nuevas ideas en Highlands, Lowlands, Islay y más. Pero Brian Kinsman, ha estado jugando durante un tiempo, perfeccionando el proceso y marcando el tiempo que pasaron en esos barriles de cuveé francés para hacer que el whisky brille, y lo hace, sus notas distintivas de frutas secas y plátano de la marca aún permanecen, quien lo deguste ahora notará sutiles sabores de vainilla, brioche, limón confitado y pera. Casi todos los bordes ásperos del whisky se han suavizado, pero conserva algo de calor, lo cual hace que una copa del Grand Cru sea excepcionalmente elegante.
Single Malt Scotch: The Macallan Edition No. 5
Este curioso y fascinante whisky es uno de los favoritos hasta ahora. Se desvía del camino tradicional de envejecimiento de Macallan en barricas sazonadas con jerez. En una jugada sorprendente, la fabricante del whisky, Sarah Burgess y su equipo, envejecieron el líquido sólo en barricas de roble americano.
La apuesta vale la pena. La malta por su parte es notablemente más liviana y brillante. En ausencia de las notas de jerez, los sabores de vainilla, toffe y pera brillan, junto con suaves notas de especias como la nuez moscada y el jengibre. Cada elemento de mezcla en una suma equilibrada y armoniosa.
Otro aspecto creativo es su etiqueta púrpura. El color exclusivo se desarrolló en colaboración con el Pantone Color Institute. La interesante elección del tono, el púrpura, es apropiado para un espíritu tan complejo como este whisky.
Whisky Peated: Octomore 10.4 Roble Virgen
Distilles Adam Hannett ha hecho cosas notables con la serie de Whisky escocés de Bruichladdich, y él sigue experimentando. Para esta décima edición de Octomore, Hannett muestra su obsesión con el terruño utilizando exclusivamente cebada escocesa, incluso dedicando una expresión, la 10.3, al grano cultivado específicamente en Islay.
El más interesante y sorprendente de esta serie es el 10.4, el whisky más joven jamás lanzado por Bruichladdich, con una edad de sólo tres años. Esta es una botella sorprendemente equilibrada, con deliciosos matices de carbón tostado (en barriles nuevos de Limousin francés) debajo del humo picante. El golpe de un barril de roble virgen es la combinación perfecta para este joven, la botella es la más limitada de la gama este año, con solo 12,000 disponibles.
Whisky irlandés: Teeling Castaño con barril individual
Hasta el verano pasado, el único lugar donde se podía comprar un nueva botella de esta malta individual en particular era en la destilería de Teeling en Dublín. Para satisfacer la creciente lujuria de los estadounidenses por el whisky irlandés, el lanzamiento especial de 846 botellas fue destinado a EUA.
Lo que hace de este joven de 13 años de triple destilación sea tan especial es su barril de acabado inusual; después de los años de envejecimiento en barriles de bourbon, el líquido entró en el barril N. 29555, un barril hecho de madera de castaño.
El raro acabado en barril combinado con las características de cebada malteada de las maltas individuales de Teeling produce un conjunto de sabores especiado, salados y florales con un toque inconfundible de castañas cálidas.
Bourbon: Angel’s Envy Kentucky Straight Bourbon Whisky terminado en barriles Tawny Port
Este segundo lanzamiento de la colección Cellar Collection de la marca es el bourbon más antiguo de la destilería de Louisville, y es tan bueno como la primera edición, tal vez mejor. La familia Henderson, es especialmente aficionada al número 10, después de haber lanzado la marca en octubre del 2010.
Este whisky de 10 años se terminó durante 10 meses en barricas de roble francés, recogiendo deliciosas notas de frutas secas y chocolate sobre nuez tostada, especias pasa hornear y calor de pimienta negra.
Los acabados son una firma de Angel’s Envy, tanto su buque insignia como su bourbon de barril pasan meses en barriles de vino de oporto, pero este acabado de barrica rojiza y ámbar oscuro lleva el líquido a otro nivel. Con esta serie limitada de 5,400 botellas, los Henderson han obtenido un 10.
Rye: Whistle Pig The Boss Hog VI: “Samurai Scientist”
Este centeno feroz y picante honra el intercambio intercultural que ha resultado en la creación de algunos de lo mejores licores del mundo. Mientras que los japoneses aprendieron el arte de destilar whisky escoces, en la década de 1890, el legendario químico japonés Jokichi Takamine, conocido como el científico samurai, introdujo la industria estadounidense del whisky en la fermentación de Koji, que utiliza ciertos mohos u hongos en el proceso de destilación para inculcar un espíritu con un rico sabor a umami.
WhistlePig empleó la técnica para este centeno, luego envejeció el resultado en barricas de roble durante 16 años, después, en una colaboración única entre los destiladores Vermont y Kitaya, el whisky se terminó en barriles aromáticos de umeshu de 11 años. Sólo se fabricaron 90 barriles, y cada botella está marcada con su número de barril.
El whisky Boss Hog más antiguo de WhistlePig hasta ahora, es extremadamente picante y sabe a humo de tabaco, jengibre y especias para hornear. La botella está coronada con una escultura de peltre de un samurai, otro guiño de Takamine.
Bourbon Blend: Little Book Capítulo 03 “The Road Home”
Este whisky único es una ingeniosa combinación de los cuatro bourbons originales Jim Beam Small Batch: Knob Creek de 9 años, Basil Hayden’s de 9 años, Booker’s de 11 años y Baker de 12 años, con algunos obteniendo un poco de envejecimiento adicional antes de ser agregado a la mezcla.
“Sentí que era el momento adecuado para honrar al abuelo mezclando bourbons especialmente envejecidos de su colección Small Batch“, dijo Freddie Noe, destilador de octava generación . “Pero sabía que si iba a experimentar con los líquidos que desarrolló mi abuelo, sería mejor que creara un maldito producto final”.
Este potente whisky nunca se volverá a hacer. Aquí se encuentran notas habituales de vainilla y caramelo de bourbon, junto con regaliz y cereza, un toque de agua abre notas adicionales de cedro y cítricos.
Canadian Whisky: Heaven’s Door Bootleg Series, Vol.1
Casi todos conocen a Bob Dylan, el músico, pero pocos conocen al artista, dibujante, pintor prolífico y destilador. El cantante se asoció con los empresarios Ryan Perry y Marc Bushala para establecer Heaven’s Door Spirits en 2018, haciendo una recopilación de bornón y centeno, su última aventura es un salto impresionante al mercado premiun de bebidas espirituosas.
Este whisky canadiense de 26 años de edición limitada presenta un pico de centeno bajo, que permite que se sientan sutiles notas de coco.
Sólo se fabricaron 3,000 botellas de cerámica numeradas individualmente, cada una con su propia funda de cuero y con una de las pinturas de Dylan.
Tequila Añejo: Patrón Extra Añejo 10 Años
Los estantes de tequila se llenan más cada año con nuevas marcas, y nuevos añejos en particular, que llegan a satisfacer la sed actual de licores envejecidos. Dentro de los añejos ha habido una explosión de tequilas añejos extra envejecidos por más de tres años; entre ellos el nuevo Extra Añejo 10 años de Patrón, que destaca por su perfil de sabor único, que es lo más parecido a un whisky escocés que un espíritu de agave puede obtener.
Diez años es un tiempo largo para envejecer cualquier líquido en el clima cálido y árido de Jalisco, donde la tasa de evaporación promedia más del 6% por año, lo que es una gran cantidad perdida.
Los tequileros de Patrón nutrieron suavemente el espíritu que permanecería dentro de las barricas de roble americano y francés, y 10 años después, nos regalaron un rico tequila dorado que llena el vaso de fragancias de flores y cedro y la boca son sabores a vainilla, cítricos y frutos secos.
NOTA PUBLICADA EN ROBB REPORT ESTADOS UNIDOS