En ciertas ocasiones, los maridajes más simples son los más deliciosos. En alguna ocasión escuché a un sommelier comentar que los tacos al pastor venían muy bien con una buena copa de Bollinger, no pude evitar comprobarlo y el experto tenía mucha razón.
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Champagne y papas a la francesa
Es justo decir que hay que abrir nuestra mente cuando se trata de fusionar los sabores de bebidas y alimentos. Otro claro ejemplo son las papas fritas con champagne.
Así lo afirmó Marie-Christine Osselin, directora de calidad y de comunicaciones de Moët & Chandon para The Drink Business. La especialista en vino aseguró que “el champagne es un vino que requiere ingredientes simples, no más de tres”.
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De igual modo, Osselin aseguró que el secreto detrás de esta deliciosa combinación es el carácter crujiente y salado de las papas a la francesa, mezclado con las burbujas y acidez del champagne.
Y es que la ejecutiva de la Maison no es la primera que sugiere este maridaje. Silvain, uno de los hot spots más exquisitos de Nueva Orleans tiene en su menú una entrada que sugiere beber un espumoso Delamotte Brutt con dicho snack.
De acuerdo a Harpers Bazaar, el dueño del restaurante tuvo acercamiento con directivos de Veuve Clicquot, quienes afirmaron que era una excelente idea comer patatas fritas con champagne.
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Lo cierto es que el maridaje no nos suena nada mal. De hecho, es una excelente opción para ofrecer en reuniones con amigos e incluso es bastante instagrameable.