Elaborar un artículo de Hermès requiere tiempo, talento, emoción, materiales de la más alta calidad, herramientas, mentes agudas y, sobre todo, manos hábiles. Para exteriorizar todo ello, del 3 al 12 de junio el público mexicano podrá deleitarse con “Puertas Abiertas”, una exhibición, llevada a cabo en el Espejo de Agua en el Parque Lincoln, Polanco, en la que artesanos de la Maison demuestran su pericia al trabajar el cuero u otros materiales y transmiten su pasión. Con el objetivo de crear en la mente de los visitantes una imagen que reconsidere todo lo que existe detrás del término “artesanía”, se imprimen mascadas de seda, así como artículos icónicos, entre los que se encuentran la reconocida silla para montar Hermès y las bolsas de piel.
Video: Juan Gracia
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La boutique de la firma ubicada en El Palacio de Hierro, Moliere, presentará escaparates especiales, imaginados por la artista belga Isabelle de Borchgrave, que personificarán escenas diarias de los talleres de talabartería, marroquinería y seda. Vinculado a este proyecto, está La Montre Hermès, una colaboración entre la firma y los relojes, que representa una historia importante que abarca más de un siglo, y que ha dado vida a piezas elegantes, únicas e ingeniosas. El relato comenzó en 1912 cuando Jaqueline Hermès portó en la muñeca un guardatiempos –en realidad era de bolsillo- al que su padre encargó una correa de cuero confeccionada por los menestrales y marroquineros de la Maison. En 1928, la tienda ubicada en Faubourg Saint-Honoré, en París, se inició en la relojería y presentó los primeros medidores de tiempo , todos equipados con mecanismos suizos, con el sello de la marca.
Cinco décadas más tarde, estableció su relojera La Montre Hermès, en Bienne, corazón de la relojería helvética. Desde entonces, continúa el desarrollo de colecciones que reflejan el savoir faire relojero; y así nació un taller destinado exclusivamente a la confección de correas de cuero y se asoció con Vaucher Manufacture Fleurier, manufactura de movimientos, para adquirir Natéber SA – creación de diales- y Joseph Erard SA –especialista en cajas-.
Hoy, la historia que se empezó a escribir con piel, se narra de la misma forma, midiendo el tiempo con artesanía heredada.