En lo que se ha convertido ya en una tradición, Chopard Manufacture celebra la cultura mexicana con una edición de relojes especialmente dedicada a la celebración del Día de los Muertos.
Este año se trata de una pieza única de su modelo de repetición de minutos L.U.C Full Strike la que se viste con motivos cadavéricos propios de esta colorida fiesta nacional.
El L.U.C Full Strike ‘Día de los Muertos’ está realizado en oro ético blanco de 18 quilates completamente grabado a mano en todo el conjunto de la caja y se viste de una esfera adornada con la emblemática Calavera y un bisel engastado con zafiros talla baguette.
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Además, está equipado con el calibre L.U.C 08.01-L con el que Chopard Manufacture da testimonio desde 2016 de su perfecto dominio del mecanismo de repetición de minutos. Sus timbres de zafiro producen un sonido único en el mundo, de una pureza y de una claridad tan extraordinarias que en 2017 recibió la Aguja de Oro del Gran Premio de la Relojería de Ginebra.
La fusión entre esta reina de las complicaciones con un diseño tan lleno de detalles y tan original es una primicia cuya excelencia está acreditada por el muy prestigioso Punzón de Ginebra.
El L.U.C Full Strike ‘Día de los Muertos’ de Chopard revela así esta otra faceta de la colección L.U.C: su audacia y su capacidad para sorprender y llevar a la Alta Relojería hacia nuevos límites.
L.U.C Skull One
Por otro lado, Chopard presentó una nueva edición del reloj L.U.C Skull One, una serie limitada de 8 ejemplares vestidos con la calavera mexicana, como homenaje al Día de Muertos.
Despliega una bella asociación entre una esfera negra con acabados lacados e índices dorados, una caja de 40 mm de oro ético rosa de 18 quilates granallado y una correa de cuero de becerro marrón.
Bajo esta burlona máscara de muerto late el movimiento mecánico de carga automática L.U.C 96.53-L realizado por los artesanos de Chopard Manufacture.
La esfera lacada del L.U.C Skull One está cubierta de unos motivos en forma de sol, de flor o de corazón, y de un mostacho cuyas puntas redondeadas enmarcan una dulce sonrisa desdentada. Una cabeza de muerto esquelética pero inofensiva, e incluso simpática, sirve de decoración al discurrir de las horas que marcan unas agujas, unos números árabes y unos índices dorados que hacen juego con la caja de oro ético rosa de 18 quilates granallado muy contemporánea.
Una correa de cuero de becerro marrón cosida a mano aporta el último toque de elegancia a esta creación limitada a 8 ejemplares. Este noble cuero, obtenido de acuerdo con unos estrictos criterios de responsabilidad y de ética, se vuelve todavía más bello con la ligera pátina marrón que le confiere el tiempo.
Limitado a solo 8 unidades, el relojero presenta otro homenaje a esta celebración, pero esta vez con una esfera negra con acabados lacados e índices dorados, una caja de 40 mm de oro ético rosa de 18 quilates granallado y una correa de cuero de becerro marrón.
Su esfera lacada presenta el sol, una flor y un corazón sobre la cabeza de un esqueleto que sirve de decoración para enmarcar las agujas, números árabes e índice dorados. La caja alberga un movimiento mecánico de carga automática L.U.C 96.53-L que permite una reserva de marcha de 58 horas.