Corría el año 2000 y Corum presentaba el modelo “Bubble”, un reloj de enormes dimensiones- un incomparable diámetro de 44 milímetros con un cristal de zafiro tan alto que distorsionaba la esfera-. Fue tan radical que se convirtió en el reloj obligado del nuevo milenio. Quince años más tarde, el “Bubble” regresa para consolidarse como pilar fundamental dentro del legado de la firma.
El “Bubble” original fue creación del desaparecido Severin Wunderman, un emprendedor de imaginación inagotable que adquirió Corum ese mismo año. Wunderman, que sobrevivió al Holocausto y al cáncer, tenía una mente creativa y libre.
En una ocasión, le inspiró un reloj experimental de la década de 1960 fabricado para bucear a gran profundidad, el cual estaba provisto de un enorme cristal curvo diseñado para resistir la presión del océano. Ese fue el origen del modelo “Bubble”, uno de los relojes de pulsera más reconocibles de su tiempo.
Aunque ese modelo era indiscutiblemente único, su singular diseño sólo era una extensión de la arraigada filosofía de Corum. Desde su fundación en 1955, la marca se destacó por diseñar diseñar guardatiempos completamente originales, con modelos como el “Rolls-Royce”, que tenía la forma de la característica parrilla frontal del famoso automóvil de lujo, o el Golden Bridge, que se destacaba por su mecanismo en forma de baguette, especialmente pequeño.
Video Recomendado
Hoy el “Bubble” ha resucitado para formar parte de la colección Heritage de Corum junto con otros relojes emblemáticos, como el ultrafino reloj Moneda. Aunque conserva todas las características de diseño del modelo original, el “Bubble 2015” no es una mera réplica de su predecesor. Está provisto de una corona esférica de caucho anillado y la caja es la suma de líneas curvas y delicadas, exactamente como el original. Pero su tamaño ha aumentado a 47 milímetros, para ofrecer imponentes proporciones, sobre todo por el hecho de tener unos 18.8 milímetros de altura con cristal incluido. No obstante, al igual que siempre, la funcionalidad estaba en la mente de los desarrolladores, que han compensado la enorme caja con unas asas cortas y curvas que permiten que se adapte cómodamente a la muñeca.