Tan complicado, como sofisticado, es el Baume & Mercier Clifton Perpetual Calendar

Un negocio familiar, cuyo lema permitía aceptar solamente la perfección para fabricar relojes de la más alta calidad, Baume & Mercier ganó reputación gracias a los excepcionales modelos que creaba, con las innovaciones más modernas para cada época. Casi dos siglos más tarde, la firma muestra un legado de Alta Relojería y artesanía de primera.

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A principios de 2016, la manufactura presentó el Clifton Chronograph Complete Calendar, ejemplo de una unión perfecta entre experiencia relojera y diseño elegante. Para continuar con su legado, ha creado el Clifton Perpetual Calendar, un guardatiempos que es tan complicado, como sofisticado.

Con una de las más grandes complicaciones clásicas: el calendario perpetuo, representa un gran reto de construcción y miniaturización. Parte de aquellas complicaciones denominadas ‘astronómicas’, esta pieza posee una de las programaciones y reproducciones mejor logradas de la mecánica celeste.

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Diseño estético y tecnicidad de punta, son dos valores que representan al reloj, cuyo corazón está dotado de una memoria mecánica de mil 461 días, equivalente a cuatro años; misma que mantiene vivo el movimiento de cuerda automática Vaucher 5401, engendrado a partir de un módulo Dubois Depraz 5100.

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Para rendir homenaje al arte relojero que caracteriza a la firma, los acabados del calibre lucen Côtes de Genève en cada uno de los puentes, así como un perlado en la platina y algunos tornillos de acero azulado. El microrrotor, de tamaño reducido, permite afinar el movimiento hasta tal punto, que la caja tiene un grosor de 11.2 mm -muy delgado para su clase-. Además, está decorada con un adorno acarcolado y la letra griega Phi, símbolo que identifica a la firma.

Un modelo que conmemora el saber hacer de Baume & Mercier, se ajusta a la muñeca con una correa de aligátor negra y hebilla ardillón de oro de 18 quilates.

Para conocer más detalles, vista baume-et-mercier.mx