Indiscutiblemente el Royal Oak es un ícono cultural dentro y fuera del ámbito de la relojería, una colección que ha dejado que sus logros hablen por sí mismos. Su historia es una de innovación constante y es el claro ejemplo de que no hay frase más cierta que: “renovarse o morir”.
Inicios turbulentos
Desde que nació, el Royal Oak inauguró una nueva era de la Haute Horlogerie en sintonía con el estilo de vida. Fue creado por Gérald Genta en 1972 y se inspiró en la revolución cultural e industrial que se vivía en ese momento. El entonces director ejecutivo de Audemars Piguet le encomendó a Genta que hiciera un reloj que fusionara eso que ahora los clientes pedían, algo más acorde al estilo de vida del momento: deportividad elegante. El resultado fue un reloj deportivo en acero inoxidable que fue un éxito por su caja de gran tamaño de acero inoxidable acabado a mano, bisel octogonal fijado con tornillos hexagonales visibles, su estilizado brazalete de acero integrado y su mecanismo automático extra plano.
con el indicador de fecha más delgado de la época.
De ahí, Audemars Piguet le dio continuidad a su reloj estrella con trabajos colaborativos con los mejores relojeros y artesanos para hacerlo aún más grandioso. El Royal Oak se presentó en 1972 en la Feria de Basilea como “el reloj de acero más caro del mercado”. Tuvo elogios y críticas, lo más criticado era el tiempo y complejidad que implicaba su armado, solo el brazalete constaba de 154 piezas. Los inicios fueron duros por la dificultad para fabricar y entregar los primeros ejemplares, pero aún así en 1972 se vendieron 490 relojes. Durante cuatro años Audemars Piguet solo produjo una sola Referencia la célebre 5402. En 1976 se lanzó el primer Royal Oak de 29mm para mujer (Modelo 8638) y en 1977 ambos modelos se reinterpretaron en oro amarillo, oro blanco y una combinación bicolor de acero y oro amarillo. Con ellos nació una colección a la que se le sumaría un tercer tamaño: 35mm (Modelo 4100).
Territorios inexplorados
Para la década de los 80 el Royal Oak se alejó aun más de su Modelo 5402. Se incorporaron a la línea nuevos tamaños y materiales como platino y oro rosa. Al diversificar la colección también se exploraron posibilidades de movimientos. Royal Oak cedió a la demanda de los mecanismos de cuarzo y lo implementó en su línea Quartz de 1978 Modelo 6005. En diez años se crearon alrededor de 59 modelos Royal Oak equipados con seis movimientos de cuarzo y un diamétro entre 26 y 36 mm. Y el cuarzo no fue lo único con lo que experimentó, en 1983 Audemars Piguet presentó su primer Royal Oak con día y fecha (Modelo 5572) y le siguió en 1984 el primer Royal Oak con movimiento de calendario perpetuo automático con el rotor central más delgado de la época el Modelo 5554, pero fue en 1986 cuando se incorporó a la oferta el Royal Oak Calendario Perpetuo Esqueleto en oro amarillo de 18 quilates. Este fue el primer modelo equeleto y el primero en tener fondo de zafiro para observar el mecanismo de su interior (Modelo 25636). Una nueva era de reinvención se había inaugurado para Royal Oak.
Video Recomendado
Creatividad e innovación a toda velocidad
Hasta entrada la década de los 90 Royal Oak continuó su proliferación de diámetros, estilos y movimientos. Para su aniversario número 20 lanzaron su primera edición limitada (Modelo 14802) como un homenaje al Royal Oak Jumbo de 39 mm y salió a la venta el primer Royal Oak de 36mm con pulsera de piel (Modelo 14800).
En 1993 Emmanuel Gueit hizo la reinterpretación del Royal Oak en su versión Royal Oak Offshore. Con una caja de 42 mm que atrajo a una generación más joven que lo identifico como un reloj para el estilo de vida aventurero, de ahí se desprendió una colección por sí misma. Los 90 significaron la máxima expresión de su lado masculino para el Royal Oak, al mismo tiempo que los modelos de esqueleto y engastados ganaban popularidad. En el año 2000 lanzaron el Royal Oak para las muñecas más pequeñas con una caja de 20 mm y tecnología de cuarzo.
Fue esta década también la que consolidó la presencia de complicaciones en la colección Royal Oak. En 1997 con motivo de su aniversario 25 se lanzó el Royal Oak Tourbillon en una edición limitada de solo 25 piezas en múltiples variaciones de materiales y con una caja de 40 mm (Modelo 25831). Ese mismo año la Manufactura también creo el primer Royal Oak Cronógrafo (Modelo 25860, 39 mm) y el primer Royal Oak Gran Complicación provisto de repetición de minutos calendario perpetuo y cronógrafo con ratrapante. Desde sus inicios hasta 1999 Royal Oak fabricó 300 modelos y casi 200 de ellos fueron en la década de 1990.
Nuevas direcciones
Para el 2000 se empezaron a reinterpretar los códigos estéticos del Royal Oak con más libertad, nuevos colores de esfera y el regreso del fondo de zafiro. Fue en esta década cuando se introdujo la nueva esfera guilloché Grande Tapisserie. Tras el éxito del Royal Oak Offshore los usuarios pedían relojes de mayores dimensiones. Lo que destacó de esta época fue también el diseño avanzado y una micromecánica en sintonía con el nuevo milenio. El retrato de esta estética vanguardista y futurista se aprecia en el Royal Oak Concept de 2002 y en el Royal Oak Tradition d’Excellence Nº4. Esta última colección desbordaba el marco de la relojería clásica y combinaba complicaciones de forma innovadora.
Fue en esta década cuando el auge de las colaboraciones de Royal Oak con deportistas y celebridades le dio un rostro más humano. No podemos olvidar el Royal Oak Championship de Nick Faldo (1990), Royal Oak City of Sails con Alinghi (1999), Royal Oak Sachin Tendulkar (2008) o el Oak Leaves dedicado a Michelle Yeoh (2005). Estas colaboraciones no resultaron en sorpresa pues Royal Oak siempre se ha distinguido por ser una línea que se inspira en la actualidad y el estilo de vida de la época como en campos tan diversos como el deporte, arte, cultura y arquitectura. Las colaboraciones son una manera más de transmitir ese espíritu fresco y creativo de un reloj tan icónico.
Para su aniversario 40 en 2012 la casa relojera presentó una selección de relojes que se inspiró en su espíritu audaz que le dio origen. El modelo Jumbo nuevo (15202) de 39 mm causó furor en los aficionados de la marca. Desde entonces un reloj indiscutiblemente emblemático al que se le sumó ese mismo año el Royal Oak Tourbillon Extraplano de cuerda manual de 41 mm (Modelo 26510) en acero inoxidable u oro rosa de 18 quilates.
En 2016 el Royal Oak Volante Esqueleto doble con una caja de 41 mm mejoró la precisión y estabilidad del reloj. Todos los modelos a partir de 2010 fueron una muestra de estética refinada y maestría técnica.
Este año Audemars Piguet busca continuar innovando con Royal Oak que es una línea que trasciende las tendencias y las épocas. En 2022 las propuestas creativas y técnicas sorprenderán en términos de estética, materiales, animaciones y movimientos. Ya empezaron su celebración con un modelo Royal Oak Jumbo extraplano de 39 mm de nueva generación que está equipado con un nuevo movimiento automático extraplano (calibre 7121) que ofrece más rendimiento, fiabilidad y diseño del movimiento contemporáneo de la colección Royal Oak. Y otro punto de inflexión es la introducción del Royal Oak Tourbillon Volante Automático Extraplano, el primer tourbillon volante de la Manufactura que se aloja en una caja Jumbo extraplana de 39mm. Un reloj que combina tradición y vanguardia, perfecto para la celebración.
Esta capacidad de reinventarse y mantenerse vigente al estilo de vida de los usuarios es lo que ha convertido a Royal Oak en lo que es ahora. Tras 50 años de historia, más de 500 modelos y una trayectoria inigualable nos queda esperar con ansias muchas más sorpresas de innovación en las próximas décadas.