Durante 2016, la firma de Alta Relojería, BOVET 1822, presentó Récital 18 Shooting Star. Una pieza innovadora que recibió elogios tanto por expertos conocedores como por la crítica y clientes. Ahora, es tiempo de continuar la tradición con Récital 20 Astérium, un más que ilustre predecesor que presenta una pantalla mecánica sin precedentes y cuya decoración es inigualable.
La pieza, además, nos transporta a explorar el universo y los orígenes del tiempo y nos invita a un viaje filosófico creado por Pascal Raffy y los relojeros de BOVET 1822.
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Para la firma, las nociones de tiempo y espacio están íntimamente ligadas y todo se centra en que observar el espacio es observar el tiempo: el presente y el pasado, todo el camino de vuelta a nuestros orígenes ya los del universo. La filosofía de BOVET 1822 hace alusión a que desde los inicios de la humanidad, es desde esta observación que hemos recolectado todo nuestro conocimiento intelectual, científico e incluso espiritual. Así como esta misma fascinación por el tiempo y el espacio le ha permitido al ser humano alcanzar los sueños más salvajes y hemos logrado nuestros mayores descubrimientos en ciencia, astronomía, exploración espacial y, por supuesto, relojería fina.
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Foto de Marc Gysin
Por todos esos apasionados y verdaderos coleccionistas que aman el tiempo en sí, Pascal Raffy y los artesanos del BOVET 1822 han creado Récital 20 Astérium. Una pieza cuyo mecanismo y dispositivo de bobinado están diseñados para ser sencillos, intuitivos y fiables. Esto se observa girando el reloj y mirando a través del cristal de zafiro transparente que cubre todo el movimiento.
El guardatiempos cuenta también con una gran cantidad de graduaciones vinculadas a las indicaciones astronómicas a través de las cuales una sola manecilla central viaja. Esta manecilla es conducida directamente por el calendario anual, y por lo tanto realiza una rotación completa una vez cada 365,25 días. A su vez, un calendario anual se graduó en el bisel trasero y sirve para regular con precisión el cielo nocturno. Las estaciones también se indican más adentro del reloj, al igual que los solsticios y los equinoccios.
En la parte delantera del reloj se desvelan algunas nuevas indicaciones adicionales. Las secciones inferiores izquierda y derecha del cielo nocturno pasan por alto dos indicadores hemisféricos dobles, mientras que a la izquierda, una fase de la luna de precisión hemisférica se mantiene por encima del indicador de la ecuación del tiempo.
Foto de Marc Gysin
De acuerdo con el tiempo astral, las horas pasan concéntricamente a través del cielo nocturno en un dial de 24 horas que se coloca bajo el cielo nocturno y visible a través del zafiro transparente. Para garantizar un uso intuitivo y una legibilidad óptima, la manecilla de horas ha sido diseñada para ejecutar tres funciones simultáneamente: indica el tiempo, señala al norte para facilitar la lectura del mapa y lleva la ventana elíptica característica del cielo nocturno. Siguiendo las curvas de la cúpula de zafiro, esta triple manecilla sólo simboliza la diversidad de habilidades realmente diverso de la manufactura.
Por último, la manecilla de segundos -que indica la unidad de base por la que se juzga la precisión de todas las mediciones de tiempo- es impulsada por el tourbillon patentado de doble cara. A pesar de su complejidad, la configuración de este reloj es tan rápido y fácil como para un reloj con un simple mecanismo de calendario. Lo mismo se aplica cuando se determina la posición de las estrellas en el cielo.
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El tourbillon patentado de doble cara que regula el Récital 20 Astérium está equipado con una rueda de inercia variable. Las seis pinzas distribuidas a lo largo de la superficie del felly ayudan a refinar el ajuste dinámico para una cronometría aún mejor. Una vez completado y ajustado, cada rueda de equilibrio es cuidadosamente seleccionada y emparejada con el resorte-muelle con el que formará el mejor emparejamiento posible. A través de su perfectamente dominada fabricación de balancines, los relojeros BOVET 1822 continúan redefiniendo constantemente los límites del isocronismo y la cronometría.
Los tres arcos en el puente del carro de titanio – todo redondeado y pulido a mano – protegen expertamente el corazón del reloj. Su diseño es sugestivo de una bóveda gótica, de una catedral sin techo abierto a la magia universal de la mecánica estelar.
Foto de Marc Gysin
La decoración del movimiento coincide con su ingenio y su estructura innovadora. Para una elegancia máxima, los grabadores han elegido un cincel muy sutil y delicado para decorar la superficie de los puentes y la placa. La superficie demuestra toda la finura de graining y todo el brillo de un bris de verre. Esto contrasta perfectamente con el marco de los ángulos pulidos que trazan los contornos de los puentes, y garantiza una lectura clara tanto del cielo nocturno como de la esfera trasera de zafiro, brindando al observador admirador una visión clara de la arquitectura y la decoración del movimiento.
Sólo se fabricarán sesenta movimientos Astérium en todas las versiones, incluidas las solicitudes de piezas únicas. Esta cifra no es al azar, por supuesto: el número sesenta ha apoyado la geometría, la geografía, la astronomía y la medición del tiempo desde los albores de la ciencia.
Los coleccionistas podrán elegir entre oro rojo, blanco o platino, las piezas podrán ser personalizadas por los artesanos de BOVET 1822 cuya tradicional manufactura se ha distinguido por más de 195 año.
Mucho más que un reloj nuevo, el Tourébillon Récital 20 Astérium simboliza el mensaje universal y eterno del tiempo y el espacio, y la fascinante coreografía de su ballet celestial.
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