La historia de Bell & Ross comenzó cuando un equipo de diseñadores y especialistas en instrumentos destinados a la aeronáutica se unieron con una sola misión: crear relojes perfectamente adaptados a uso profesional, que siguieran la tradición relojera suiza y satisficieran las necesidades de hombres que se enfrentaran a situaciones extremas. Al día de hoy, son pilotos, astronautas, buzos e incluso desminadores, los que portan las piezas como una herramienta al servicio de sus trabajos.
Con una máxima que comprende la idea “lo supremo no debe reemplazar lo esencial”, Bell & Ross diseña guardatiempos que cumplen cuatro principios fundamentales: legibilidad, funcionalidad, precisión y estanqueidad.
Una sinergia entre Alta Relojería y movimientos exactos, la manufactura exhibió BR S Diamond Eagle, un reloj para mujer que rinde tributo a las estrellas que guiaban a los navegantes en alta mar. Sofisticado y contemporáneo, tiene esfera redonda color azul que evoca lo celestial y siete diamantes que aluden a los luceros, mientras forman la constelación Aquila -nombrada por el águila de Júpiter-, dentro una caja -39mm- cuadrada de acero satinado pulido, exhibida a través del cristal de zafiro antirreflejante. En el interior se encuentra un movimiento de cuarzo con calibre BR-CAL.102.
La correa está hecha con piel de caimán color azul media noche y tiene hebilla en acero pulido. También existe la versión BR S Diamond Eagle Diamonds con bisel engastado en diamantes.
Crear piezas extraordinarias dentro la Haute Horlogerie es un verdadero reto; sin embargo, Bell & Ross ha demostrado con BR S Diamond Eagle que para ellos la inspiración y tecnicidad siempre resulta en algo magnífico.
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