Hay algunos detalles de la vida de Andy Warhol que quizá escapan del dominio público, uno de ellos era que el artista era amigo de la Maison Piaget y además era miembro clave de la Sociedad Piaget.
Todo comenzó cuando Warhol conoció a Yves Piaget en 1979 en Nueva York. Pronto desarrollaron una estrecha relación y ambos eran vistos en lugares como Studio 54 y Chez Régine.
Como fiel seguidor a la firma tenía una impresionante colección que tenía nada menos que siete relojes, entre ellos se encontraba una pieza de singular belleza, el Piaget Black Tie, un reloj asociado al movimiento Beta21, el cual se caracterizaba por un movimiento electrónico que cuenta con un cristal de cuarzo que oscila a 8192 Hz.
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Dicho reloj tenía una llamativa caja con forma de cojín de 45 mm de diámetro elegantemente rodeada por los característicos gallones; el diseño se convirtió en una referencia de la colección, codiciado por los entusiastas de relojes de todos los rincones del mundo.
La pieza asociada al artista se lanzó en 1972 y se fabricó durante poco menos de una década para luego resurgir en 2014 y nuevamente 10 años después.
En colaboración oficial con la Fundación Andy Warhol para las Artes Visuales, Piaget ha relanzado esta pieza ahora como reloj Andy Warhol, siendo el primero en su tipo que celebra esta unión que se sembró desde hace más de medio siglo.
Y bajo este nuevo nombre también aparece una nueva interpretación con un diseño mucho más contemporáneo que incluye un acabado Clou de Paris brillante en la caja, el cual se complementa con el servicio de personalización Made to Order mejorado de Piaget que invita a los coleccionistas a crear su propia versión de esta pieza.
El Clou de Paris que forma parte del diseño de esta pieza es una de las técnicas decorativas más refinadas y elegantes de la relojería y es un motivo guilloché que presenta un patrón de pequeños cuadrados con forma de pirámide que recuerda a las joyas.
Aunque la decoración forma parte del ADN de Piaget y ha adornado cientos de diseños de los 70, para esta pieza en específico los Ateliers de l’Extraordinaire de Piaget pasaron 10 meses desarrollando y perfeccionando el acabado Clou de Paris en la caja de oro blanco.
El principal reto era que el acabado a mano va sobre una superficie curva, no plana, además de que tenía que lograrse una superposición y un juego de luces.
El toque final se lo da una esfera igual de única con meteorito azul, un potente tono que le da ese aspecto tan singular y remarca el trabajo de Piaget con un material reservado solo para creaciones extraordinarias. Un último toque vintage resalta el carácter singular del diseño: agujas de estilo dauphine e índices elegantes.
El Piaget Andy Warhol Clou de Paris no parece una nueva adición a la colección, sino parte natural, todo debido a la relación tan estrecha entre el artista y la firma.