Siempre que pensamos en apuestas nos imaginamos en un gran hotel de Las Vegas o Monte Carlo, donde los juegos, lujo y dinero son el mayor entretenimiento.
El relojero Christophe Claret soñó con poder llevar los juegos de azar como el póquer y la ruleta a todas partes, por eso creó una pieza única donde el balance entre cartas y alta relojería fueran una misma. Así fue como nació el Christophe Claret’s Poker, tercer y último modelo en la colección Casino de la marca.
Christophe Claret
Este reloj, como todos en la colección, es completamente funcional y brinda la hora de manera atractiva, además ofrece la oportunidad de jugar Texas Hold’em, el cual puede ser jugado entre dos o tres jugadores.
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Quienes quieran jugar deberán iniciar el modo de reproducción aleatoria para recibir sus cartas, luego activar la opción de tarjetas al centro. Los jugadores no se preocuparán porque les vean la partida, pues el reloj tiene un mecanismo para cubrir los naipes, esto gracias a un diseño que solamente permite que se puedan ver en cierto ángulo.
Christophe Claret
Pero esta no es la única sorpresa. En la parte posterior del reloj se encuentra otro increíble juego: una ruleta completamente funcional. Esto demuestra que la manufactura dedicó mucho tiempo para lograr este par de complicaciones, que bien valen la pena.
La caja está hecha en oro rojo o titanio con tratamiento PVD de grado 5 negro; la esfera tiene cartas esqueletizadas y las rejillas son en oro rosa 4N. La correa es de piel de aligátor negra.
Este divertido marcatiempos tiene un movimiento mecánico de cuerda automática, con 72 rubíes, barrilete doble, late a 4 Hz y tiene una reserva de marcha por 72 horas.
El Christophe Claret’s Poker está disponible en cuatro combinaciones de colores, cada uno de ellos con una producción limitada a 20 piezas, los precios van desde los 180 mil a 194 mil dólares por cada uno.