La sonora razón por la que Chopard se llevó las palmas en los premios Oscar de la relojería  

LUC Full Strike es la razón por la que Chopard se llevó el máximo galardón (Aiguille d´Or) en la 17 entrega de los llamados premios Oscar de la alta relojería: Grand Prix d’Horlogerie de Genève (GPHG) que tuvieron lugar hace un par de días en el Théâtre du Léman de Ginebra, Suiza.

Revelado en las festividades relacionadas con el 20 aniversario de la Manufactura Chopard, éste es el primer reloj de repetición de minutos de la Casa, en el que coinciden varias primicias mundiales. Marca las horas, los cuartos y los minutos en timbres de zafiro.

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Su original concepto, la excelencia de sus acabados, según los criterios del punzón de Ginebra y, sobre todo, su extraordinaria sonoridad, lo convierten en un reloj completamente diferente a los demás.

Distinguido y fácil de lleva, el LUC Full Strike es un reloj de oro rosa Fairmined de 42.5 milímetros de diámetro y de esfera calada que destaca sobre todo por su sonido de una inigualable pureza, rico y pleno, potente y resonante. El conjunto es un perfecto altavoz que difunde fielmente el tintineo producido por los martillos al golpear sobre el zafiro, visibles a las 10 horas.

El L.U.C Full Strike suena como si se golpeara delicadamente con un cuchillo de plata un vaso de cristal de Bohemia colocado sobre la mesa de un gran restaurante.

Resultado acústico que deviene, entre otras cosas, del aprovechamiento de las propiedades del cristal de zafiro transparente, que es el material tradicional de los cristales inrayables de los relojes.

Homogéneo y duro, este material posee capacidades que Chopard ha logrado explotar. Los timbres de una repetición de minutos son las varillas sobre las que golpean los martillos del movimiento. Así es como se produce el sonido. En lugar de utilizar unas varillas de acero o de oro, el L.U.C Full Strike tiene unos timbres de zafiro. Pero Chopard ha querido ir más lejos todavía y estos timbres forman parte de un conjunto homogéneo.

En efecto, timbres y cristal se han montado juntos en un solo bloque de zafiro. Son una sola y única pieza, sin sellado, ni cola, ni tornillos, un concepto completamente único en la historia de la relojería y objeto de una patente por parte de la marca.

Por otro lado, es sobresaliente la atención que se concede a los detalles en este reloj cuyo movimiento y caja portan el Punzón de Ginebra, una certificación que obliga a elecciones técnicas y estéticas que aumentan todavía más la complejidad del concepto y la realización de las piezas.

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Por ello todos los componentes del calibre 08.01-L están cuidadosamente acabados, bien con un perlado o con Côtes de Genève o bien mediante líneas trazadas. En cualquier caso, se someten a un meticuloso achaflanado completamente realizado a mano. Su platina y sus puentes están realizados en alpaca, un metal noble que no perdona ninguna raya, ningún error de ejecución. Se presenta sin tratar, con su tono natural, gris ligeramente dorado, y se aprecia a través del fondo de zafiro del L.U.C Full Strike.

Veinte años después de la creación de la Manufactura Chopard, la Casa celebra con esta pieza extraordinaria, destinada a los amantes de los objetos de excepción.

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