L.U.C Skull One Calavera Pop Art, la ofrenda de Chopard a México  

Una nueva tradición inspirada en una tradición milenaria es lo que está creando Chopard al presentar cada año en el Salón Internacional Alta Relojería (SIAR) un reloj inspirado en el Día de Muertos, en este caso, el L.U.C Skull One Calavera Pop Art.

Se trata de una pieza de colección —el cuarto de la saga— en una edición limitada a sólo 25 unidades de acero tratado con DLC, que combina el espíritu irreverente de la manufactura suiza con la perfección técnica más rigurosa e innovadora.

El L.U.C Skull One Calavera Pop Art

El L.U.C Skull One Calavera Pop Art es un modelo de acero inoxidable ennegrecido que funciona gracias a un exquisito movimiento mecánico, que además es extraplano (su caja sólo tiene 7.2 mm de grosor).

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Lo más característico de este nuevo integrante de la familia L.U.C Skull One Calavera es su sorprendente y colorida interpretación de una tradición tan mexicana como global: el Día de los Muertos, elegantemente interpretada por los artesanos de Chopard.

Su esfera gráfica presenta un calco de un motivo de calavera en los tonos de la bandera nacional mexicana, que le confiere un carácter al mismo tiempo inconformista y universal.

Por su parte, el color negro de la caja tratada con DLC (Diamond Like Carbon) y de las agujas dauphine para las horas y los minutos crea un contraste radicalmente tenebroso.

El guiño kitsch a la estética pop de la fiesta del Día de Muertos se encuentra incluso en el estilizado logo L.U.Chopard insertado en el bigote, que evoca al fundador de la maison, Louis-Ulysse Chopard.

El reloj se presenta con una correa de cuero de becerro negro con forro verde y pespuntes rojos y verdes en referencia a los vivos colores de la esfera. La hebilla de acero también ha sido tratada con DLC negro.

Tras la irreverente esfera del L.U.C Skull One Calavera Pop se encuentra el movimiento Chopard L.U.C 96.53-L, un innovador calibre automático ultraplano diseñado y ensamblado en los talleres de la manufactura en Fleurier, en Neuchâtel, Suiza.

Gracias a la tecnología Twin de Chopard, el movimiento proporciona 58 horas de reserva de marcha. Los puentes del movimiento están bellamente adornados a mano con Côtes de Genève y todos estos componentes, junto con el microrrotor de aleación de tungsteno

del movimiento, son visibles a través de un fondo de cristal de zafiro ligeramente tintado elegido que traduce la sensación de que, durante el Día de Muertos, su usuario podrá echar un vistazo a un reino misterioso e infinitamente cautivador.

El reloj L.U.C Skull One Calavera Pop Art forma parte de una historia que comenzó en 1996 cuando, bajo la dirección de Karl-Friedrich Scheufele, Chopard creó la colección L.U.C dedicada a los oficios artísticos y a las tradiciones de la Alta Relojería.

La colección se ha ido ampliando a lo largo de los años ofreciendo sin cesar unas complicaciones exquisitas y a menudo enormemente originales en unos relojes diseñados, desarrollados, producidos, ensamblados, decorados y certificados de acuerdo con los mejores estándares de la relojería suiza en los talleres relojeros de Chopard en Fleurier y Ginebra.

El audaz L.U.C Skull One Calavera Pop Art representa el siguiente capítulo de esta historia, demostrando la ilimitada capacidad de la Maison para sorprender y reinventar los códigos relojeros y estéticos de la Alta Relojería, combinando irreverencia y savoir-faire a partes iguales.