“Conocí a Ferdinand Berthoud a través de la colección de relojes de bolsillo de mi abuelo”, recuerda Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard. “Entre más leo sobre él, más admiro lo que hizo”. En honor al horólogo del siglo XVIII, Scheufele –quien ha reunido su propia colección de relojes Berthoud con el paso de los años– lanza una producción limitada de relojes contemporáneos con el nombre de Ferdinand Berthoud. Aunque Berthoud es una marca del grupo Chopard, estos relojes se ensamblan en un edificio de la compañía que se encuentra aparte en Fleurier, Suiza, con su propio personal, tecnología mecánica y códigos de diseño.

Como muchos estudiantes de la historia de la relojería, Scheufele llegó a reconocer las contribuciones de Berthoud al oficio leyendo cuidadosamente sus extensos escritos y analizando las mejoras que el relojero hizo a los cronómetros marinos –la forma más exacta de precisión de nuestros días. Sin embargo, el legado de Berthoud, que se basa en contribuciones académicas, avances técnicos y mecanismos innovadores, no es fácil de representar en un reloj moderno. “No me gusta la idea de las reproducciones históricas, pero al mismo tiempo, quería evitar los diseños modernos, como las franjas Ginebra que son tan familiares”, comenta Scheufele.

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La decisión de combinar detalles históricos y modernos queda de manifiesto claramente en el FB 1, el tourbillon debut de la marca. Un reloj marino Berthoud de 1777 inspiró muchos elementos de la pieza, como la arquitectura de movimiento redondeado y el mecanismo de fuerza constante de cadena y caracol. De hecho, la cronometría marina conforma casi todos los aspectos del FB 1, que cuenta con una rueda de balance y un muelle fabricados meticulosamente, así como segundero independiente –características que suelen mejorar la precisión del aparato. No obstante, Scheufele y su equipo adoptaron otros componentes –como un caracol suspendido y un mecanismo de reserva de energía inspirado por los del relojero inglés George Daniels– básicamente por su interés horológico. El diseño externo del modelo refleja una combinación similar de motivos vintage y contemporáneos; por ejemplo, modernos puertos laterales de zafiro con líneas puras incrementan la forma octagonal cuyo objetivo es reproducir la caja de un cronómetro marino.

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Si el nuevo FB 1 es producto del gusto ecléctico de Scheufele en relojería, sus variadas características también son similares a la carrera  polifacética del mismo Berthoud. “Ferdinand Berthoud no solo fue relojero, también fue un hombre de ciencia. Yo quería crear algo que refleje su lugar en la historia”, comenta Scheufele.

Por: James D. Malcolmson, edición diciembre de Robb Report México.