Cuando Harry Winston fundó su imperio joyero en 1932, uno de sus hobbies consistía en adquirir piedras preciosas, que alguna vez pertenecieron a personalidades importantes -como el diamante Hope,una piedra color azul oscuro de 45.52 quilates, parte del patrimonio de Evalyn Walsh McLean-, para, después, guardarlas en su colección privada o volverlas a tallar y engastar el nuevas piezas.
Para resaltar el compromiso de Harry Winston con el legado de su fundador, la joyería presentó su más reciente colección de relojería Harry Winston Emerald, inspirada en la silueta estructural en la que se basaba el joyero neoyorkino -mejor conocido como “rey de los diamantes”-: el corte esmeralda.
Cortesía de la marca
Existen dos versiones: caja de 9mmx15.5mmx1.80mm en oro blanco o rosa, ambas octagonales, que resguardan bajo el cristal de zafiro una esfera azul con efecto sol satinado o madre perla, tres diamantes talla brillante – a las tres, seis y nueve horas-, y aplique emerald de 18 quilates. El bisel, la corona y la hebilla de ardillón están engarzadas con 67 gemas que sumas 0.53 quilates.
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Por el lado mecánico, cada reloj tiene un movimiento de cuarzo calibre HW1040, funciones de horas y minutos, y resistencia al agua de hasta 3o metros.
Los modelos incluyen dos correas de satén con doble vuelta, que combinan con el color del dial, o brazalete de malla milanesa HW.
Cortesía de la marca
Un trabajo minucioso de savoir faire joyero y relojero, la colección Harry Winston Emerald exterioriza los valores que su creador instituyó desde que, a los doce años, compró su primer gema en una tienda de empeño.