Medir el tiempo es un arte que sólo algunos saben hacer con elegancia, precisión y savoir-faire. Y así es el actuar y pensar de Girard-Perregaux, una manufactura cuyas raíces más antiguas descansan en las obras de Jean-François Bautte, un joyero y relojero que empezó a escribir la historia de la firma en Ginebra en 1791, cuando presentó algunas de sus primeras creaciones.
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Fue hasta 1856 cuando Constant Girard y Marie Perregaux se unieron para adquirir la firma y darle el nombre que aún la identifica. Y, más de dos siglos después, continúa llena de artesanía y mucho compromiso con la excelencia que representa medir el tiempo con ‘tics’ exactos.
Hace sólo un par de semanas, la manufactura suiza presentó al mundo su reloj más preciso de todos los tiempos, el futurístico Neo-Bridges Automatic Titanium. Ahora, aprovecha la ocasión de temporada para exhibir una exquisita y femenina pieza de muñeca: el Girard-Perregaux Cat´s Eye Aventurine, parte de su icónica colección Cat´s Eye -creada en 2004 y aclamada por su nivel de innovación-, misma que ha sido muy popular por su impecable estética y perfección mecánica.
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Es un modelo que recuerda el día y la noche, sobre todo los cielos estrellados, gracias al efecto brillante y oscuro de la esfera en tono aventurine. Además, está pensado para combinar las curvas de su caja Cat´s Eye con el increíble movimiento que defiende. Estéticamente, es como el sol resplandeciente y la luna, elucidados en el disco de oro rosa de 22 quilates.
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En la muñeca se sienten las corazonadas del movimiento automático Calibre GP03300-0090 y los 218 componentes, protegidos por la emblemática caja oval de oro rosado -35.44 x 30.44 mm- con un bisel engastado con 62 diamantes tallados. Las asas están delicadamente curvadas al interior para armonizar de forma extendida en la proporciones de la misma, y así brindar máximo confort.
La corona es el detalle que más expresa femineidad pues tiene forma de flor, misma que hace énfasis en la elegancia y la delicadeza de las piezas para mujer que la firma engendra. Por otro lado, el tiempo es medido por una aguja en forma de hoja que marca las horas y los minutos. Asimismo, el mecanismo está decorado don motivos ‘Cotes de Genève’ y la masa oscilante de oro con el tradicional estampado ‘GP’.
Una pieza elegante, original, versátil, romántica y muy femenina, se amarra a la muñeca con una correa de piel de cocodrilo color azul marino, perfecta para complementar la sofisticación del guardatiempos.