
Nadie pensaría que la mecanografía tiene que ver con la joyería, hasta que conoce la historia de Hans Stern. Ésta inicia cuando un joven alemán que llegó a Brasil a los 17 años, quien mientras trabajaba como mecanógrafo en una empresa de transacciones comerciales, llegó a enamorarse de las gemas. “Sostuvo un pequeño montículo y lo pasó de una mano a la otra”, y así, en 1945, fundó la firma joyera que hoy lleva su nombre: H. Stern.
El Nacimiento
Todo comenzó en una pequeña oficina dedicada al comercio de gemas en el centro de Río de Janeiro, la cual pasó rápidamente a cambiar de modelo de negocio hacia la manufactura de joyas y al corte de piedras preciosa. Sin embargo, la primera tienda como tal abrió cerca de los muelles, lugar ideal para encantar a los viajeros más ricos del mundo, que llegaban a bordo de elegantes cruceros.
Hans le dio un vuelvo al mundo de los accesorios femeninos al integrar al mercado la belleza de las gemas de colores. Gracias a él, hoy en día éstas son reconocidas como un signo de lujo y exclusividad. De esta forma, Stern rompió los parámetros de los diamantes, y abrió la puerta de la elegancia a las brillantes y coloridas gemas.
Video Recomendado
Calidad ante todo
La evolución en el mundo joyero no fue la única novedad que trajo consigo la firma H. Stern; su creador también estaba obsesionado por la calidad, y así creó un Certificado de Garantía Internacional para acreditar la calidad de sus piezas…
Para seguir leyendo el resto del artículo, adquiere nuestra edición de noviembre: “Alta Relojería y Joyería”.