Maestro grabador, escultor y metalúrgico, Wallace Chan (Wallace-chan.com) ejecuta por cuenta propia sus visionarios diseños, que impregna de gemas y metal con una narrativa artística. “Definir lo espiritual a través de formas ha alimentado mi mundo de joyería”, dice Chan. Radicado en Hong Kong, se dedicó años a hacer esculturas a gran escala y figuras talladas para monasterios durante lo que él llama su etapa de arte budista.
En el caso de la pulsera Return of the King, Chan esculpió jade nefrita en forma de figuras de tótems antiguos que significan bendiciones, buena suerte y sentido de grandeza. El jade está montado en titanio de tono lila con incrustaciones de jade y de diamantes que forman grecas.
Chan practica una técnica de montaje de gemas sumamente delicada en la que el jade, los diamantes y otras gemas forman muecas y espigas en las que las piedras se sostienen unas a otras. Con titanio en lugar de un metal más pesado, es capaz de crear piezas como la pulsera y el anillo Mon Rêve que son grandes y esculturales pero ligeras de peso.
La turmalina verde de 29.22 quilates y la turmalina roja de 12.38 quilates aparecen en un montaje que, según Chan, se parece al castillo de un sueño, un castillo que brilla con diamantes.
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