Entrevista con Charris Yadigaroglou, pieza clave dentro de MB&F

Nacido en Boston, pero con sangre suiza en sus venas, Charris Yadigaroglou recuerda con nostalgia su primer cronógrafo, obsequio de sus abuelos. Desafortunadamente lo perdió, pero no olvida la sensación que le dejó escuchar el tic tac que demostraba que ese pequeño artefacto de buceo, tenía vida propia. “Desde ese momento, la relojería se volvió mi pasión”, confesó sin titubeos.

Tampoco olvida el hecho de haber gastado su primer sueldo en un reloj. Tuvo que arreglárselas para sobrellevar el resto del mes, pero estaba feliz de haber adquirido por primera vez una pieza con su propio dinero. Llegar a Maximiliam Büser and Friends no fue una determinación sencilla; sin embargo, la justifica de la siguiente forma: “Creo que la decisión más racional que uno puede hacer sobre su vida profesional es irónicamente no seguir a la razón, sino al corazón y al instinto”.

Hoy, es el director de comunicación en MB&F y paralelamente ha colaborado en el desarrollo de una quincena de modelos, por lo que no es una exageración considerar a Yadigaroglou como un engranaje vital en la maquinaria de la empresa y mano derecha, acreedor de toda la confianza de Maximilian Büsser.

MB&F es una relojera única en la industria, no solamente por su producción, artesanal y limitada a 300 piezas, sino por la transparencia con la que se manejan, su independencia en el mercado y su intención de llevar productos diferentes. “Muchas marcas independientes se pierden en algún momento porque tienen éxito y buscan crecer, aumentar su producción y empiezan a pensar que son una firma grande, cuando en realidad su presupuesto para mercadotecnia es 100 veces menor que el de la competencia. En nuestra mente está muy claro lo que pretendemos, Max y todos lo sabemos muy bien”, aseguró.

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Cuando analiza los tiempos difíciles que vive la industria, no olvida lo bien, sin embargo, lo positivo que le ha aportado al modelo de negocios de MB&F y señala que mantener unas ambiciones coherentes han mantenido a flote a la compañía.

En la Alta Relojería es importante entender que no sólo se trata de funcionalidad, se trata de hacer productos artísticos. Yadigaroglou considera que una marca es relevante cuando el creador pone algo muy personal en su producto, cuando el relojero busca expresar algo, técnica, estética y emocionalmente. Y eso se siente al comprar una pieza y es lo que la hace perenne.

“Es importante entender que estás tratando con máquinas, pero que van a significar algo para alguien, que alguien va a desarrollar un valor sentimental a lo largo de los años alrededor de estos artefactos. No hay un argumento racional a la hora de comprar estos relojes. Si esa es la razón por la cual lo haces, no lo hagas”, afirma el director de comunicación de la firma y señala que la pasión por la alta relojería debe ser completamente emocional, artística e incluso filosófica.

Sobre México, comentó que es un mercado maduro y conocedor, que ha desarrollado una apertura hacia las marcas menos convencionales y productos más originales, como MB&F. “Por otro lado, México es indiscutiblemente líder de opinión para el resto de Latinoamérica. Si tienes una buena reputación aquí, seguramente tendrás éxito en Centro y Sudamérica”, con lo que dejó en claro que nuestro país es muy importante para la Alta Relojería.

MBandF.com