Romain Jerome es, por mucho, la manufactura que roba miradas y conquista compradores, gracias a sus originales piezas que fungen como verdaderas obras de arte en la muñeca. Además, como la firma no hay dos. Pues no es sólo el nivel de tecnicidad la que enaltece sus guardatiempos; sino la artesanía que resguardan las cajas y exhiben las esferas.
Relacionadas: 5 Rolex dedicados a aventureros y exploradores
Reconocida por series como Sea, Steampunk, General Icons, Horological Icons, Artistic Icons, entre otras, sus ejemplares se encuentran dentro las colecciones personales de aficionados y conocedores. Esta vez, añade a su gama Earth, un reloj como ningún otro: el EYJAFJALLAJÖKULL-DNA Burnt Lava, limitado a tan sólo 99 piezas en todo el mundo.
Un modelo que retoma la caja original de 46 mm de acero con revestimiento PVD negro y el bisel de acero oxidado estabilizado -perfeccionado por la marca para darle un aspecto dramático-, es casi como un pedazo de las entrañas de la Tierra en la muñeca. La esfera exterioriza la intensidad de un volcán en erupción y deja ver completamente la lava, que parece estar incandescente; ejemplo del alto nivel de trabajo que existe detrás de su creación.
Video Recomendado
Relacionadas: 5 aviones privados que ofrecen un viaje lleno de lujo
Posee una auténtica roca volcánica, posicionada en una platina de ónix, trabajada meticulosamente a mano por un artesano, que reproduce el rompimiento de la roca bajo la presión de la magma. Es la pintura en esmalte frío rojo y amarillo, que da la impresión de lava atorada entre las fisuras, la que hace cobrar vida al original dial.
La imponente caja protege en su interior un movimiento suizo de cuerda automática. No cuenta con numerales y una de las manecillas tiene la punta color rojo.
Imponente, rudo y poderoso, el EYJAFJALLAJÖKULL-DNA Burnt Lava no es cualquier reloj, es un ejemplo del saber hacer de la manufactura suiza, combinado con lo mejor de los efectos especiales que sus expertos se dedican a engendrar.