El arte de inventar es para muchas manufacturas una clave en la haute horlogerie. En 1999, Robert Greubel y Stephen Forsey decidieron inspirarse en ello para crear una marca relojera independiente, cuya filosofía recuerda que un guardatiempos no solo requiere tecnicidad, sino creatividad e innovación. Desde su lanzamiento en 2004, “Greubel Forsey” -basada en La Chaux-de-Fonds- se ha especializado en inventar relojes con múltiples tourbillones y ruedas de balance inclinadas, que buscan mejorar su precisión al guardar el tiempo.
Hoy la firma no es completamente independiente, sin embargo, su espíritu de autonomía es proyectado en su nueva colección “Signature”. Para su realización, la manufactura escogió relojeros con talento para inventar piezas excepcionales. El primer colaborador Didier JG Cretin, miembro actual en Greubel Forsey, presenta su propia obra maestra: “Signature 1”, un guardatiempos con un movimiento de cuerda manual, calibre GFS1, tres manecillas reguladas por la rueda de balance y una esfera tridimensional.
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Su movimiento es clásico. Bajo el puente pulido se encuentra dicha rueda de balance. Directamente en el primer disco está colocada una pequeña manecilla y subesfera que muestra las horas y los minutos. Cuenta con reserva de marcha de 54 horas y resistencia al agua de 30 metros.
La caja está disponible en cuatro versiones: acero, oro blanco o rojizo y platino, todas firmadas por el artista en el reverso. Tiene una dimensión de 41.4mm. En cuanto a la correa, está completamente hecha con piel de caimán y posee una hebilla del mismo material que el reloj.
Una edición especial limitada a 33 ejemplares de acero y, más tarde, se crearán 33 relojes con los materiales mencionados -11 piezas cada uno-.