Para rendir tributo a los diamantes, las piedras más preciosas por excelencia, Chopard introduce nuevas piezas a su colección de Alta Joyería. Los artesanos de la firma crearon con técnicas tradicionales y tecnología de punta, dos pares de aretes, una gargantilla y un brazalete, exclusivas y verdaderas obras de arte.
La gargantilla con diseños florales está hecha con oro blanco de 18 quilates y 39 quilates de diamantes blancos. Para hacer juego, la marca concibió un par de aretes engastados en diamantes talla pera de cinco quilates en oro blanco.
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Otra adición a la colección fueron los pendientes “Chandelier”, símbolo de eternidad, engarzados con 17 quilates de diamantes en oro blanco de 18 quilates. Asimismo, el brazalete, la última pieza de la colección, está hecho con 85 quilates de diamantes talla pera con oro blanco.
Un homenaje completo a la belleza de las mujeres, estas extraordinarias piezas muestran la importancia que Chopard le da a la feminidad y exclusividad.