En la década de 1960, cuando el buceo se había puesto de moda, motivado en buena medida por las aventuras del famoso explorador oceánico Jacques Cousteau, Breitling lanzó el icónico Superocean Slow Motion, un disruptivo reloj herramienta que eliminaba una serie de características que los buzos no necesitaban en las profundidades del mar y añadía otras que se consideraba podrían salvarles la vida.
Entre otras cosas, por ejemplo, se añadió un anillo de esfera de alto contraste y bastones luminiscentes que hacían que el reloj fuera más fácil de leer bajo el agua; mientras que la manecilla de segundos fue reemplazada por un cronógrafo basado en minutos, el cual le dio el sobrenombre de “Slow Motion“, ya que tomaba una hora para hacer una rotación completa del dial.
El Superocean de Breitling en la actualidad
Hoy, a unos 60 años de distancia, ya sin Jacques Cousteau, pero con la práctica del buceo extendida en todo el mundo, Breitling ha decidido traer de vuelta a la superficie aquella emblemática pieza, pero con un rediseño que ya no está exclusivamente pensado en los buzos, y que hará que sea amado por quienes incluso no saben nadar.
Disponibles en cuatro tamaños que van de los 36 a los 46 mm, los nuevos modelos Superocean de Breitling conservan muchas de las características originales (la escala de minutos de alto contraste, la manecilla de minutos cuadrada), pero traen de vuelta la manecilla de segundos y añaden un toque divertido de color con esferas que recuerdan el océano, en tonos blanco, naranja, turquesa, negro, azul y verde. Además de que combinan con tres diferentes metales de caja: acero, acero-oro y bronce.
Fieles a su origen, los nuevos relojes Superocean de Breitling siguen siendo ideales para bucear, con una hermeticidad que les permite ir hasta 1,000 pies bajo la superficie, así como una gran resistencia a los golpes, la arena y el agua de mar. Su correa de caucho o el brazalete de metal se puede ajustar hasta 15 mm para que se use sobre un traje de buceo; mientras que sus manecillas anchas e índices revestidos en Super-LumiNova® permiten una legibilidad excepcional bajo el agua.
Su movimiento automático Calibre 17 tiene una reserva de marcha de 38 horas, y las ediciones de bronce de 42 mm y 44 mm tienen una aleación resistente a la corrosión que desarrollará una pátina sutil con el tiempo.
Una edición especial
Para quienes no quieren ir tan a fondo y prefieren quedarse sobre las olas, también se ha lanzado una edición especial del Superocean, limitada a 1000 piezas, realizada en colaboración con el surfista Kelly Slater, que presenta una llamativa esfera naranja.
“He estado co-creando relojes con Breitling durante los últimos años, pero este, en particular, es muy personal”, dijo Slater. “Está inspirado en mi difunto padre, quien tenía un reloj con una esfera naranja que solía usar para surfear desde que tengo memoria. El verde y el naranja juntos es un esquema de color que me gustaba para los aerógrafos en mis tableros mientras crecía. Esa combinación siempre se ha quedado conmigo”.
“Hay una cierta similitud en el aspecto de la mayoría de los relojes de buceo, pero el Slow Motion siempre se destacó entre la multitud. Me complace presentar nuestra versión moderna de este clásico, el nuevo Superocean”, dijo el CEO de Breitling, Georges Kern, en la presentación de este reloj que definitivamente está hecho para el mar.