Bovet es una marca basada en tradición, valores y una herencia de casi dos siglos, su actual dueño, Pascal Raffy, asegura que es todo gracias a los artesanos que cada mañana no van a trabajar, sino van a su segundo hogar.
En un mundo más y más globalizado, por ende impersonal, defiende una serie de valores que trascienden en el tiempo. “Nuestras creaciones están hechas para personas que tienen la aptitud nata de ser líderes de opinión y no seguidores de tendencias, que naturalmente son efímeras”, asegura Pascal Raffy, dueño de Bovet.
Estos valores representan también los cimientos de la Swiss made Haute Horlogerie. Éstos han protegido la independencia y han guiado su camino desde 1822. Son los que constantemente los obligan a romper sus propias barreras.
La Casa Bovet no tiene la voluntad de seguir o responder ante ningún criterio de moda. Es un orgullo para Pascal Raffy poder garantizar la permanencia de su patrimonio y de heredar a las próximas generaciones la tradición de la Alta Relojería a través de sus piezas.
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“Un relojero debe estar hecho de pasión, paciencia y de sinceridad”.
Sobre nuestro país, reflexiona que la curiosidad y el buen gusto del mercado mexicano son comparables a los de cualquier otro país con una gran tradición horológica. “En Bovet vemos a México como un lugar con mucho sentido de apreciación por los detalles, con muchas ganas de inmortalizar el arte decorativo y con capacidad para detectar la diferencia entre un simple reloj y un timepiece”, aseguró.
Apasionado a la Alta Relojería gracias a su abuelo, quien cada domingo le mostraba una de las piezas de su colección. “Esos ratos que pasamos juntos son memorias que atesoro por siempre”, recuerda con nostalgia. Fue él quien le explicó que un producto de lujo requiere una identidad clara, una producción pequeña y forzosamente artesanal. “Si no puedes responder a estas tres demandas, no estás hablando de algo de lujo”, repitió con convicción las enseñanzas de su abuelo.
Visita la página oficial de Bovet para más información.