Los fabricantes suizos de relojes de lujo, Audemars Piguet, han puesto la primera piedra de lo que será su museo, la Maison des Fondateurs en Le Brassus, dentro del cantón de Vaud, Suiza.
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El diseño del complejo recayó en manos del arquitecto danés Bjarke Ingels y su famosa oficina BIG. Ingels junto con su equipo de especialistas en urbanismo y arquitectura fueron los ganadores en el verano de 2014 del concurso que realizó la firma relojera para el diseño del nuevo museo. No fueron pocas las firmas que participaron, pero la propuesta en espiral de BIG enamoró a los relojeros suizos.
La construcción abarca el museo, un espacio de trabajo y un lugar para huéspedes. Una de las cosas más admirables del proyecto es, sin duda, la peculiaridad del techo. Su estructura está hecha con una lámina continua de acero chapado en latón y cuyas ondulaciones lo convierten en una propuesta futurista que al mismo tiempo da paso a poder explicar los más de 150 años de historia que la firma Audemars Piguet posee. Dentro de la propuesta de BIG también destacan las paredes de vidrio curvo que permiten a los visitantes tener una vista completa de la galería al mismo tiempo que se crea una sensación de apertura mundial, libertad e imaginación, valores fundamentales para Piguet.
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Para dar inicio a la construcción de tan majestuoso edificio, durante la colocación de la primera piedra también se incluyó un reloj Royal Oak junto con una carta en una caja sellada. Ambos objetos se enterraron bajo los cimientos del futuro edificio con la intención de que en el futuro, las generaciones de relojeros que nos precederán puedan descubrir el tesoro.