Hace siglo y medio que IWC dio vida a un reloj de bolsillo y con pantalla digital que se convertiría en uno de los más famosos de su historia y un clásico para la posteridad.
Se le puso el apellido del relojero austríaco Josef Pallweber y tuvo una efímera popularidad, entre 1883, cuando se patentó, y 1887, año en que cesó su producción.
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Circunstancia que terminó convirtiéndolo en una pieza de culto para coleccionistas que quizá nunca esperaron que alguien lo trajera a la vida en la época actual.
Pero sucedió. Y en el marco del Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH), la Maison suiza enunció el tan esperado regreso.
Es una colección de edición limitada que celebra los 150 años de la manufactura con tres relojes que abandonan los bolsillos para lucirse en las muñecas.
Tres piezas de pulsera “IWC Tribute to Pallweber” que integran por primera vez la indicación digital de las horas y los minutos en un reloj de este tipo.
Inspiradas en el diseño de los históricos relojes Pallweber y como homenaje al fundador americano de IWC, F. A. Jones, las ventanas de la indicación digital presentan la inscripción “Hours” y “Minutes”.
Son sólo 25 ejemplares en platino, 250 en oro rojo y 500 en acero fino:
El primero tiene una esfera blanca con acabado laqueado, discos de indicación azules, segundero pavonado.
El de oro rojo de 18 quilates, luce una esfera blanca con acabado laqueado, discos de indicación blancos y segundero pavonado.
Finalmente, el de acero fino, es de esfera azul con acabado laqueado, discos de indicación blancos, segundero rodinizado.
Para el calibre 94200 de la manufactura IWC, los ingenieros han desarrollado una nueva solución patentada para la indicación digital, muy exigente desde el punto de vista técnico.
Mientras que en los históricos relojes de bolsillo Pallweber los discos se movían mediante ruedas dentadas con pasos, el disco del minuto recibe su impulso de giro a través de un rodaje separado con barrilete propio.
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Un mecanismo de activación que establece la conexión al propio rodaje del reloj lo libera cada 60 segundos y lo vuelve a bloquear inmediatamente. A los 10 minutos, el disco del minuto adelanta una posición el disco de las decenas de minuto. Además, cada 60 minutos, el anillo de las horas salta a la siguiente cifra horaria. Dado que el rodaje independiente no influye en el flujo de fuerza del rodaje normal, es posible garantizar una marcha precisa y una alta reserva de marcha de 60 horas.
Como ya ocurría en los relojes de bolsillo Pallweber históricos, los discos de indicación están conectados mediante un engranaje de acoplamiento con rueda de estrella y se pueden mover fácilmente hacia adelante y hacia atrás mediante la corona.
Una excelente oportunidad de recuperar un histórico y lucirlo con mucho orgullo en la actualidad.