La D de Dior Satine es fruto de la relación entre el mundo de alta costura y la artesanía relojera. La manufactura del brazalete de este guardatiempos requiere la misma dedicación que un vestido de couture, pues los artesanos utilizan cientos de hilos de oro o acero tejidos, para lograr el efecto de un listón de seda que se ajusta perfectamente a la muñeca.
El D de Dior constantemente se re inventa y en este modelo particular, la Maison le dio un enfoque especialmente artístico en el que se emplean las mismas técnicas que en los muebles, la ropa y algunos vestidos de novia. Se trata de la pasamanería, un procedimiento de trenzado para forrar adornos como botones, borlas y flecos de oro, plata, seda, algodón o lana. En este reloj la usaron para darle la forma curva al brazalete y así seguir el movimiento de quien lo porta.
La pieza, a cargo de Victoire de Castellane, directora creativa de la división de alta joyería de Dior es posible gracias al trabajo artesanal, que se realiza con una máquina de tejido que poco a poco crea la “tela” donde un listón metálico parece deslizarse encima del otro. Al terminar, el artesano corta los hilos que quedan fuera al final para posteriormente pulir el reloj a mano para refinar los detalles.
Hay cinco modelos de acero en los que el dial es de distintos tonos de madre perla, uno en oro rosa y otro en oro amarillo.